¡A comprarles a los indígenas de Puerto Guadualito! La pandemia y los grupos armados los tienen acorralados | ¡PACIFISTA!
¡A comprarles a los indígenas de Puerto Guadualito! La pandemia y los grupos armados los tienen acorralados Collage: AmoeArt
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¡A comprarles a los indígenas de Puerto Guadualito! La pandemia y los grupos armados los tienen acorralados

María Camila Paladines - julio 15, 2021

¡Miembros de la etnia Wounaan Nonam necesitan nuestra ayuda! Para ellos, como para muchos en Colombia, la pandemia ha significado abandono y pérdida de vidas humanas como de recursos económicos.

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La comunidad de Puerto Guadualito, perteneciente al Resguardo Puerto Pizario del Pueblo Wounaan Nonam, está compuesta por 23 familias y 117 habitantes. Viven al sur del Chocó, en 2.492 hectáreas del Litoral del San Juan –menos del 1% de todo el municipio–.

En su cosmogonía, el dios creador es Maach Aai. Los hombres se encargan del trabajo en campo y las mujeres de las labores domésticas. En su cultura, la tradición oral y el tejido son fundamentales, y pasan de generación en generación:

Nosotros traspasamos desde los niños, desde la juventud, esa herencia, ese arte que no debemos olvidar y por el que se reconoce el Pueblo Wounaan”, le dijo a PACIFISTA! David, un miembro del resguardo a quien le cambiamos el nombre por seguridad.

El sustento principal de las familias de Puerto Guadualito siempre provino de las ventas de sus artesanías, hechas en fibra de werregue y madera fina: jarrones, aretes, collares, pulseras, manillas, bolsos y bandejas; en las que representaban sus danzas ancestrales y la biodiversidad de sus tierras.

Jarrón_Wounaan
Jarrón de fibra de werregue. Pueden ser desde 11 cm de alto hasta máximo 1 metro.
Bolsos_Wounaan
Bolsos de fibra de werregue.
Bandeja_Wounaan
Bandeja de fibra de werregue. Algunas las hacen con fondo de madera fina.
¿Cómo ayudarlos?

Antes del Covid-19, a uno de sus líderes le prestaban espacios en Bogotá, Cali, Medellín y Buenaventura, en organizaciones internacionales, como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), y en diferentes instituciones estatales como el Ministerio de Cultura y el ICBF, para que expusieran sus productos para la venta. Luego, dependiendo de lo que hubiese aportado cada familia, se dividía lo propio para que compraran básicos como arroz, azúcar o aceite.

Hablamos con David para conocer la realidad de la comunidad Puerto Guadualito desde que empezó la pandemia. Esto fue lo que nos dijo:

–¿Qué ha pasado con estos lugares de exposición?

Lo que pasa es que ya no podemos salir, eso en primer lugar, por miedo a que nos contagiemos. Y segundo, es que ya los espacios no los dan, por las aglomeraciones y porque no está yendo la gente, ya no hay quién compre.

–Pero la Alcaldía del municipio los ayuda…

Al principio de la pandemia nos apoyó con alimentación dos veces. Pero a partir de este año: ¡cero! No tuvimos más ayuda, ni del Gobierno, ni de la Alcaldía, ni nada.

¿Qué razones les dan?

No pues… supuestamente que no hay recursos, más que todo, que ya no hay ayuda para este tema. Dicen que el Gobierno no está ayudando.

¿Y la Unidad para las Víctimas?

–La Unidad últimamente ha cambiado. Tiene una metodología de pago en ayuda humanitaria muy retardada, o sea, anteriormente lo hacían cada tres o cuatro meses, hoy ya lo hacen con otras medidas, por ejemplo, para tener un turno dura uno por ahí seis meses o un año esperando. Hay personas acá en las zonas rurales que no están recibiendo ningún tipo de ayuda o de trabajo. Hay personas (a las) que hace dos o tres años que no les llega esa ayuda porque la Unidad piensa que acá en las zonas hay señales telefónicas para hacer una entrevista, y acá, o en algunas comunidades indígenas, no hay señal, entonces ¿cómo van a hacer una entrevista? Y si no hacen la entrevista, no les llega, supuestamente, la ayuda humanitaria. Entonces, que busquen la forma o la metodología como para poder dar esas ayudas que están pendientes.

En la comunidad Puerto Guadualito hay 10 personas que llevan esperando la entrevista entre uno y dos años, y otras 8 personas que llevan esperando entre diez meses a un año la asignación de turno.

–¿Cómo viven en medio de grupos armados? (En la zona hay presencia del ELN, las AGC, el Ómar Gómez y el Frente 30 Rafael Aguilera del Comando Coordinador de Occidente).

Bueno, eso ha sido… usted sabe que el departamento Chocó ha sido muy abandonado en ese tema y ha sido una dura lucha, más que todo en el Bajo San Juan, todo eso del conflicto siempre ha sido una lucha continua. Al comienzo (de la pandemia) a mí me afectó mucho, fue muy duro para nosotros, muy difícil porque acá… acá no manda el Ejército, no manda Policía, no manda Alcaldía, sino que, en pocas palabras, mandan ellos, porque ya ellos tienen el control territorial. Y entonces, hubo muchos que cayeron en esas trampas que ellos montaban. Imagínese, cobrándole a uno una multa de 1 millón de pesos y tras de que uno no tiene nada.

¿Cómo así que multa?

Bueno, la multa es que, a usted, por ejemplo, la ven pasando por el río San Juan o por el Bajo Calima, por ahí es nuestra ruta, entonces los grupos armados le cobran una multa (un peaje, para poder pasar). Y a todo el mundo, eso era mínimo 1 millón de pesos, imagínese.

–¿Todavía lo hacen?

La Fuerza Pública por ahí hay días que se presenta, hay veces que no. Pero en esas trampas ya muchos cayeron, digámoslo así. Eso era un peligro también llevar personas extrañas porque se decía que ahí llevaba la pandemia (el Covid-19), entonces, eso era prohibido, imagínese, pero ya no, ya hay más control y pues las cosas han mejorado un poco.

¿Alguno en la comunidad está amenazado?

Sí, sí. Eso ya la Unidad Nacional (de Protección – UNP) lo sabe, pero esos procesos son muy lentos. Nosotros empezamos el otro año (2020), eso fue como en noviembre, pero nada. Y la medida que se solicitó fue la del colectivo.

–David, el Gobierno, las organizaciones y en general cualquier persona, ¿cómo podemos ayudar?

Bueno, lo que necesitamos es, nuevamente los espacios, que nos apoyen con los espacios para la venta, en Corferias o unos espacios donde ya hemos estado. A la Unidad de Víctimas que nos ayude, que es otro responsable de este tema. Decirles a las instituciones y a las personas que quieran apoyarnos pues también, que se acerquen al municipio a comprar nuestras artesanías o que nos ayuden con alimentación o en lo que se pueda. Y si no nos conocen entonces que nos conozcan, que nos visiten. Tenemos página también, ahí está para que, si nos quieren apoyar, ayudar, especialmente, una ayuda humanitaria o lo que sea viable, estaremos muy agradecidos.

Suministrado a PACIFISTA!. La ayuda es para la comunidad
de Puerto Guadualito.

Para comprar, saber los precios, ver más de las artesanías Wounaan Nonam o para conocer la comunidad Puerto Guadualito, pueden hacerlo a través de su cuenta de Facebook, dando clic acá.

 

A María Camila la pueden leer acá.

 

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