En las últimas dos semanas la banda ha asesinado a seis agentes. ¡Pacifista! visitó la capital chocoana, en alerta por los ataques.
Eran las 8:30 de la mañana cuando en la carretera de Quibdó hacia San Juan una granada de fragmentación lanzada de entre la mata golpeaba en la rama de un árbol y estallaba en el arcén de la vía. El desvío del artefacto salvó la vida de los dos policías que patrullaban en motocicleta el Cabi, barrio a las afueras de la capital chocoana, en ese instante. Tras el ataque hubo un intercambio de disparos de unos tres minutos que resultó sin heridos, según fuentes policiales consultadas por ¡Pacifista! en Quibdó. Ningún grupo armado se ha atribuido la autoría, aunque varios representantes locales señalan a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), llamadas Clan del Golfo por las autoridades.
No es un relato de la guerra contra Pablo Escobar. Sucedió ayer. El llamado ‘Plan Pistola’ ya deja seis policías asesinados en las últimas dos semanas, y al parecer ahora adopta un calibre militar: el atentado de ayer fue el primero con granada. Durante toda la jornada se desplegaron hasta 50 patrullas en la zona. No ha habido detenidos, según las autoridades.
El Defensor del Pueblo del Chocó, Luís Enrique Murillo, asegura a ¡Pacifista! que el Clan del Golfo iniciado una campaña contra la Fuerza Pública este mes de mayo, tras la escalada de capturas de miembros de su cúpula: “En Quibdó llevan tres años de limpieza social y de lucha contra las cinco pandillas que operaban en la ciudad. Ya se han consolidado y controlan áreas periféricas. Hasta ahora han venido extorsionando sobre todo, pero en la última semana han arremetido contra la Policía como venganza por las detenciones a sus líderes en Urabá”. En Istmina, el control del Clan del Golfo es absoluto, según el Defensor.
“En Quibdó, el Clan del Golfo se ha consolidado en los últimos tres años. En otras urbes chocoanas ya ejercen un control absoluto”
En los últimos meses se han capturado 1.284 personas vinculadas al Clan del Golfo, la mitad de su estructura según datos de la Policía, a través de la ‘Operación Agamenón’. En las últimas semanas la lucha contra la banda ha alcanzado a varios de sus cabecillas (52 abatidos). El pasado 2 de mayo fue abatido en Arboletes, Antioquia, Uldar Cardona Rueda, alias ‘Pablito’, supuesto líder de la banda en Córdoba y Bajo Cauca. A finales de abril fue capturado en una lujosa finca José Alejandro Yepes Mejía, alias ‘Yeyo’, encargado de la extorsión y financiación de la banda en Antioquia. Los últimos golpes de una lista que viene engrosándose desde comienzos de año y que se han asestado incluso en el feudo del grupo, en el Urabá, donde a mediados de marzo dieron de baja a Fernando Oquendo Estrada, alias ‘Bigotes’, otro de los jefes máximos.
Ante esa presión de las autoridades el Clan del Golfo ha respondido, supuestamente, poniendo precio a las cabezas de los policías: $ 2 millones por agente asesinado, el conocido ‘Plan Pistola’ que afecta a nueve departamentos, entre ellos Bogotá. Así lo advirtió ayer el Defensor del Pueblo, Carlos Negret, ante el peligroso aumento de la represalias contra la Fuerza Pública. Un riesgo ante el que pidió “fortalecer todos los mecanismos de prevención”, como evitar vestir el camuflado fuera de las instalaciones.
En Chocó, la ‘caza de policías’ ya deja dos agentes muertos, y otro miembro de la banda. El pasado 7 de mayo una patrulla fue asaltada a tiros cerca del aeropuerto de Alcandí, resultando muerto Jeferson Saavedra Pabón y un integrante del Clan del Golfo. Un día después, el patrullero Jackson Mosquera fue alcanzado por un francotirador en Medio Baudó. Los asesinatos se suman a otros dos en Antioquía y uno en Córdoba y Cesar.
En Chocó, los ‘paras’ se refuerzan en las ciudades
El ‘neoparamilitarismo’ ha echado raíces en el Chocó en los últimos años. En La Invasión, sector del barrio del Cabi donde tuvo lugar el último atentado, hace un año se produjeron fuertes combates con la Policía durante media hora y, según Murillo, consolidaron la presencia de Los Gaitanistas en la zona. “Se enfrentaban con fusiles. Eso ya no es una pandilla de delincuentes, como se quiere hacer pensar, sino un grupo armado. Desde entonces hicieron de La Invasión su feudo”, afirma.
Las acciones del Clan del Golfo en su disputa con el ELN, que ha provocado 14.000 confinados y desplazados según la Defensoría, se han forjado desde las ciudades del departamento. “Los Gaitanistas necesitan apoyo social, logístico, y tiempo para conocer el terreno antes de meterse a pelear con los elenos. Por eso se han posicionado desde 2014 y ahora es cuando empiezan las avanzadas para ganar territorios”, apunta Murillo.