La minga cumple 20 días. En La Haya protestará un grupo de colombianos por los líderes sociales. ¿Comienza una época sin precedentes de movilizaciones?
Las semanas que vienen no serán nada fáciles para el gobierno de Iván Duque. La minga indígena cumple este lunes 20 días en Cauca, Nariño, Caldas, Huila, Antioquia y Valle del Cauca. En lugar de perder fuerza con el paso del tiempo, la minga se ha fortalecido. El presidente Iván Duque se ha negado a dialogar directamente con los indígenas y la indignación ha crecido. Giovanny Yule, coordinador político del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), dijo este fin de semana que la minga pasará de tener 20.000 manifestantes a por lo menos 25.000 en ocho departamentos del país.
El escenario tiene algunas similitudes con el paro nacional agrario de 2013, el cual se extendió durante un mes, con protestas en todas las capitales del país y presionando finalmente una negociación con el gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos. Duque comenzó su mandato y a los pocos meses miles de estudiantes salieron a las calles pidiendo recursos para las universidades públicas. Con la Mane (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) , en 2013, sucedió algo similar. Los sectores indignados se están uniendo y, ante la indiferencia de Duque, las organizaciones sociales están planeando movilizaciones masivas.
Desde comienzos de febrero, 380 delegados de 170 organizaciones sociales se reunieron para discutir algunos puntos del Plan Nacional de Desarrollo (PND) de Iván Duque. Desde entonces, las organizaciones indígenas manifestaron su preocupación por la ausencia de un capítulo étnico en el PND. Señalaron, por ejemplo, que sin este capítulo el gobierno podría dejar de invertir los 10 billones de pesos que prometió para las comunidades étnicas. Por otro lado, el CRIC solicitó 3,5 billones de pesos adicionales para que el gobierno cumpla con las promesas que se acordaron con Juan Manuel Santos.
Las asociaciones ambientales también se declararon en oposición por varias razones. Una de ellas, la más fuerte, fue la decisión gubernamental de evaluar el uso del fracking en Colombia. Las objeciones de Iván Duque a la JEP, sumado a los retrasos en la implementación de Acuerdo de Paz firmado con las Farc, les dieron más razones a los sectores populares para salir a las calles. Las manifestaciones han alcanzo incluso un matiz internacional. El próximo 5 de abril, por ejemplo, un grupo de colombianos llegará a la Corte Penal Internacional de La Haya para denunciar los asesinatos de líderes sociales y activistas de derechos humanos en Colombia. Esto hasta ahora comienza.
La minga indígena irá, por lo menos hasta Semana Santa, así nos lo dijeron en el CRIC. Para el próximo 25 de abril, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó una gran movilización nacional en la que participarían, por lo menos, 1 millón de personas. A estas manifestaciones se sumarán las de organizaciones campesinas que están esperando celeridad en la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) en sus territorios. Estas movilizaciones, que también tendrán como eje la oposición al uso del glifosato, se realizarán, por ahora, en Caquetá y Catatumbo.
El sector campesino será fundamental en las movilizaciones que se vienen. Por eso hablamos con Jimmy Alexander Moreno, vocero nacional de Congreso de los Pueblos y de la Cumbre Agraria. Él es uno de los líderes que por estos días está convocando y articulando a diferentes organizaciones para las movilizaciones del 25 de abril. Y ha estado, además, como participante en la minga, acompañando a la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), aliada de Cumbre Agraria.
¿Cuánto podría durar la minga?
Desde la Cumbre Agraria y Campesina hemos venido impulsando a la minga del Cauca, que ahora está mucho más fuerte que en un comienzo. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que hace parte la Cumbre, ha venido trabajando con campesinos y afros para que se sumen a la minga. Eso ya se está viendo en el suroccidente del país: las comunidades se están uniendo para defender sus territorios, para evitar el despojo de tierras. Sobre este problema el gobierno no ha dicho nada y por eso creería que la minga va para largo.
Además el gobierno no ha dado ninguna garantía para la vida, solamente ha enviado al Ejército y al Esmad. ¿Qué causa esto? Que cada vez sean más comunidades las que salgan a marchar. El gobierno ni siquiera se ha pensado en modificar el Plan Nacional de Desarrollo para incluir un capítulo étnico y uno para el campesinado colombiano. Sin estos puntos resueltos, la marcha seguirá.
¿Usted cree que esto puede convertirse en un paro nacional como el de 2013?
En el mes de febrero, durante el encentro nacional de organizaciones sociales y políticas, manifestamos nuestra oposición frente al Plan Nacional de Desarrollo (PND). La minga es solo la primera manifestación, ahora van a seguir sumándose sectores y vendrán nuevas manifestaciones porque el gobierno no nos quiere escuchar. Hay aspectos centrales que el gobierno no quiere definir: el respeto por las consultas populares y las consultas previas y las garantías para los cultivadores de coca, marihuana y amapola, quienes están pidiendo que no se les erradiquen los cultivos sino que se incentiven sus proyectos de economía campesina. Son muchos malestares que se verán en las calles desde el próximo 25 de abril, fecha en la que tendremos un gran refugio humanitario que se realizará en la ciudad de Bogotá.
¿Qué aspectos del Plan Nacional de Desarrollo actual los están afectando a ustedes como campesinos?
Nosotros lo hemos rechazado desde un principio porque no se construyó consultando a las comunidades. Este plan profundiza en un modelo extractivista que beneficia más a las empresas que a los campesinos. El PND plantea unas políticas que le da garantías a las multinacionales y no a los campesinos, es decir, cierra las puertas para que se construyan economías propias y para que los campesinos no estén destinados a ser siempre trabajadores de las grandes empresas. En el PND no se incluyen los acuerdos que se hicieron con los sindicatos, con los campesinos, con el movimiento estudiantil ni con los indígenas. Por eso la movilización hoy es tan grande, porque nos afecta a todos.
¿Qué tanto influyó el hecho de que el gobierno de Colombia se abstuviera de votar a favor de la declaración de la ONU que reconoce a los campesinos como sujetos de derecho?
No solo fue esto, sino todos los incumplimientos que se están viendo en el país. Por solo ponerle un ejemplo: la Reforma Rural Integral. Duque no reconoce a los campesinos ni en la ONU ni en los territorios. Acá Duque ha favorecido más a la agroindustria y no ha manifestado ningún interés en realizar una reforma agraria que resuelva los problemas históricos del campesinado en Colombia.
¿Qué piensa de las declaraciones de Duque sobre la minga?
Lo que hemos visto en este gobierno es muy ambiguo. Dice que está dispuesto al diálogo pero a las movilizaciones envía solo militares y al Esmad. Lo mismo ha hecho el ministro de Defensa, quien ha estigmatizado constantemente la protesta social. Duque se reúne con los empresarios y con los congresistas de su partido, pero no es capaz de escuchar a la oposición ni de reconocer a los líderes del movimiento social. Si él quiere que cesen las vías de hecho necesita ir a la minga, hacer presencia, y establecer y cumplir acuerdos. ¿Eso es lo que haría un representante del Estado, no?
Bueno pero es que Duque ya había dicho que había un acuerdo con las comunidades indígenas pero que el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) pidió 3 billones más durante la minga. Por eso ha dicho que esta minga es más política que otra cosa…
Obvio que es un tema político, pues son justamente las políticas que él está implementando las que afectan a los sectores sociales en Colombia. De hecho, él mismo está estigmatizando al movimiento social y cerrando los escenarios de negociación. Nosotros se lo hemos dicho: bajo mecanismos de represión no se va allegar a la negociación, necesitamos disposición política para que cumpla los acuerdos que se establecieron con las comunidades. Si la paz no llega a las comunidades, ellas salen a las calles a pedirla.
¿Qué le han dicho los campesinos en las regiones donde se preparan las movilizaciones?
Están molestos, principalmente porque el gobierno no ha hecho nada para garantizar el bien común. Nosotros le pedimos al gobierno que nos permitiera seguir con la construcción de Zonas de Reserva Campesina (ZRC) para fortalecer nuestra economía a partir de nuestra relación con el territorio. Pero al respecto el gobierno no ha hecho nada, ni siquiera tiene dentro de sus planes atender a estas solicitudes.
¿Qué pasa con los Programas de Desarrollo Agrario con enfoque Territorial (PDET) y con el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS)?
Si uno analiza, el gobierno está desconociendo esos programas que se firmaron en el Acuerdo de La Habana. Pareciera que quisiera hacer ‘borrón y cuenta nueva’ con todo. Eso claramente genera indignación en los movimientos sociales. No queda otra opción que salir a las calles para exigirle al gobierno que cumpla con lo que acordó.
¿Estarían dispuestos a dejar las vías de hecho para dialogar con el gobierno?
Es difícil que lo entiendan, pero nuestras organizaciones en el territorio están viviendo el escalamiento del conflicto y están viendo cómo se deja morir el Acuerdo de Paz. Desde la doctrina militar, el Estado colombiano es el que está mostrando a los manifestantes como un enemigo interno. Por eso reprime la protesta y estigmatiza a todos los que lleven la bandera de la movilización social.
Para ustedes, ¿ha cambiado algo del gobierno Santos al de Duque?
En el fondo ambos gobiernos comparten una visión neoliberal y fundamentaron sus planes de desarrollo en la economía extractiva. La diferencia está en el método. Santos intentó abrir espacios de diálogo y negociación y lo que hizo al final fue que dilató y dilató y no cumplió. Duque sí lo ha dicho de frente y ha mostrado que su gobierno no está dispuesto a cumplir.
Siendo así, ¿qué pueden decir sobre las movilizaciones que se vienen?
Lo que le decía al principio: nosotros venimos trabajando en la construcción de una gran movilización nacional. La verdad lo que pase depende del gobierno, que no ha tenido voluntad política para negociar. La única voluntad que ha demostrado es la de reprimir la protesta social. Si Duque se empeña en eso, lo que pasará es inevitable: cada vez más gente saldrá a las calles a reclamar sus derechos.