Yuri Buenaventura: el cantante que también es líder social | ¡PACIFISTA!
Yuri Buenaventura: el cantante que también es líder social
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Yuri Buenaventura: el cantante que también es líder social

Colaborador ¡Pacifista! - agosto 30, 2018

ENTREVISTA | Hablamos con él y algo nos quedó clarísimo: jamás se va a olvidar de su tierra, el Pacífico. Por: Diego Aretz

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Yuri Buenaventura. Foto por: Diego Aretz

Cuando escuchamos la música de Yuri Buenaventura pensamos en un Colombiano en París en los años 90, trabajando en el metro. Pensamos en un hombre de Buenaventura, nieto de las grandes abuelas negras del Pacífico colombiano. Y lo oímos cantando “Te cansaste de esta guerra” y “Grité justicia por las calles”, como hacía en esa época de bandas como Caimán y Mambomanía, en plena fiebre latina en Francia. Ese era otro tiempo: entonces Colombia se sumía en los años más terribles del conflicto.

Hoy Yuri canta a la paz, comprometido con su región. Lo había visto en varios lugares cantándole a todo tipo de público, en el exclusivo Festival Hay de Cartagena o en la Plaza Che de la Universidad Nacional. Y esta vez me lo encontré en Cali. Me recibió con cariño, riéndose y hablando de todo. Estaba por dar un gran concierto en Cali.

Después de la entrevista lo vi montado en el escenario, con esa increíble combinación de salsa dura con instrumentos como la marimba de chonta. Pero lo vi también como un líder empoderado, un artista que no solo cantaba, sino que enviaba mensajes de compromiso social, de unión, de paz.

Puede que el Estado se haya olvidado del Pacífico, pero Yuri lo recuerda todos los días. Esta fue nuestra conversación.

¡Pacifista!: ¿Cómo siente al Pacífico en este momento?

Yuri Buenaventura: Lo primero que veo es la riqueza natural que es la vida. Dos, veo indígenas y veo negros que llegan huyéndole a la esclavitud. Tres, después veo un conflicto que llega y una ausencia de Estado que hace un coctel, un coctel terrible. Cuatro, veo espacios culturales como el festival Petronio Álvarez. ¿Y qué es? Es un espacio para decirle a Colombia que nosotros somos una riqueza cultural y natural y que tenemos un pensamiento: queremos que ustedes se integren a nosotros, queremos que el país se integre al Pacífico, porque a nosotros nos piden integrarnos a Colombia, pero el modelo que siempre han ofrecido es el que a la gente no le gusta.

¿El modelo de desarrollo?

Sí. El pacífico tiene una propuesta y quiere ser escuchado.

Usted que escucha a muchas de esas voces, ¿Cuál es esa propuesta del Pacífico para Colombia?

Que, primero, lo miren. Colombia es una casa que da a dos calles: hacia una avenida principal y hacia otra avenida, pero resulta que la avenida de atrás se ha convertido en la avenida más importante para ese planeta que es Asia. Es decir, por ocuparte demasiado de esa fachada de tu casa, la que pintaste bonita, la que miraba hacia Europa, la que miraba a Estados Unidos, descuidaste el patio. Pero ahora resulta que ya no es un patio sino otra fachada que da a países como Japón, Tailandia… Y así es como queremos que nos vean. No como un patio.

Nosotros en el pacífico hemos estado solos entre tres y cuatro siglos. La primera universidad se creó en Bogotá en 1580, y la primera universidad del pacífico se creó cuatro siglos después. ¿Cómo no decir que nosotros somos lo último de una nación? Hemos ido muy lejos, me parece a mí. Sin formación, sin educación, sin Estado. Sin embargo, aún así conservamos la sabiduría ancestral, la poesía, las artes y todos los saberes que nos han acompañado y que hemos mantenido alegres. Ahora, nos llegó un conflicto, y nos llegó por la ausencia de ese Estado.

Quiero preguntarle por la paz en Colombia. Acabamos de ver las elecciones y después del plebiscito vimos un país que le dijo ‘No’ a la paz o no a esa paz que se estaba firmando, ¿Cuál es su perspectiva de eso?

Yo creo que, desde la música, el Pacífico está bajo presión. Hay una presión por debajo que son las mafias y una presión por encima que es la corrupción. La comunidad de Buenaventura ha expresado en el paro cívico: nosotros queremos una paz donde no nos ejerzan presión ni los grupos armados, ni la corrupción. Yo creo que la paz sin proteger esas comunidades no va a funcionar. Si estamos en un proceso de posconflicto y no protegemos a la gente que está hablando honestamente, sencillamente, de qué quiere hacer, qué quiere trabajar… si no protegemos esa gente, no hay destino como nación.

Nosotros para ser una nación tenemos que ir en una dirección pero aquí en Colombia un pueblo va en una dirección y nosotros en otra. Cada cual hala para su lado. Nosotros le llamamos a eso, en el Pacífico, una cangrejera.

¿Para usted no estamos avanzando colectivamente como nación?

No, somos un pueblo que vive en un espacio geográfico, pero no vamos en la misma dirección. Ojalá este nuevo jefe de Estado logre una brújula para que cojamos un camino. Yo creo que hay menos violencia y hay menos conflicto. Hay que seguir esa ruta.

A mí me parece interesante que el presidente, a pesar de que el Pacífico no votó por él, venga aquí. Es muy importante que él venga a saludar a esta comunidad, porque nosotros tenemos los brazos abiertos hace muchos siglos.

Yuri Buenaventura. Foto: Diego Aretz

No todos los artistas, no todos los músicos, eligen ser líderes sociales. No todos eligen hablar de lo que les sucede a las comunidades y representarlas, pero usted siempre lo ha elegido: sus letras, lo que usted hace, realmente lo implica a su comunidad, ¿Por qué?

No es una elección, es así. Yo vengo de la comunidad del Pacífico. Cuando tú me preguntas eso yo lo estoy viviendo, mi papá lo está viviendo, mis primos lo están viviendo, mis amigos lo están viviendo, mis paisanos lo están viviendo, mis mejores amigos son de allá, son pescadores. Así yo viva en Madrid, así yo viva en París, mi familia está ahí y lo que te digo es lo que está pasando y te respondo desde lo que me está pasando.

¿Qué es lo que más extraña de Colombia cuando está en París? ¿Y qué es lo que más extraña de París cuándo está en Colombia?

De Colombia lo que más extraño es la gente, nosotros, nuestro destino. Y cuando estoy acá, extraño que ellos tratan de no maltratarse mucho entre ellos. Saben que tienen que estar unidos para avanzar: eso lo tienen claro.

Cuando usted está solo, y piensa en su historia personal y artística de tantos años de consolidación, la fama que ha tenido, y lo que ha podido compartir con tanta gente, ¿Qué piensa de su carrera, de usted mismo?

Es un trabajo, una tarea que se está haciendo que es colectiva. Hay un pacto con el amor, con la luz de no claudicar frente a los obstáculos que presenta esta industria. Mantenerse digno, limpio delante de la gente. Poder venir después de recorrer el mundo y sentir el cariño en la base, no como un star, sino como alguien de la comunidad que no se ha movido de ahí. Esa es mi más grande conquista: poder estar con la gente que quiero y recibir ese cariño como si nunca me hubiese ido. A veces también pienso que no debería haber viajado tanto para haberme quedado a trabajar más cerca de la gente.

¿Qué consejo le daría a los colombianos en este momento?

Hay un veneno que recorre las entrañas de la patria y creo que el destino de nosotros es tratar de creer más y ser más dulces, de darnos más cariño y de aplacar un poquito ese veneno antes de intoxicarnos. Tratar que ese veneno no nos mate, no nos destruya.

Creer, la gente de izquierda, la gente de derecha, la gente de centro, todos a tratar de construir. A nosotros nos está pasando algo muy particular con el presidente Iván Duque. Recientemente vino y aquí la comunidad negra lo recibe con los brazos abiertos. Vino a dialogar, a descubrirnos a pesar de las diferencias políticas. La gente busca un solo destino de amor y luz para la nación y quien sea que quiera hacer esa labor con nosotros es muy bienvenido.

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