La violencia de género no es un asunto de partidos
Hollman Morris: más grave que perder la alcaldía sería que otra mujer fuera víctima
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Hollman Morris: más grave que perder la alcaldía sería que otra mujer fuera víctima

Carolina Mila - enero 22, 2019

OPINIÓN | El peor problema que revela la discusión sobre la denuncia de Patricia Casas a Hollman Morris es la normalización de un comportamiento que debería ser inaceptable.

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Que la discusión en redes sociales por la denuncia penal de Patricia Casas contra su aún esposo Hollman Morris –por violencia física, sicológica y económica–, se haya convertido en un debate político habla mucho de cómo seguimos viendo la violencia de género en este país.

Por un lado, muchos votantes del sector contrario, celebraron el escándalo porque anticipan que va a costarle a Morris la candidatura a la alcaldía de Bogotá, y porque los hechos denunciados demostrarían lo que ellos ya sabían, que nada bueno podía esperarse de Morris por ser de izquierda (“un digno representante de la Colombia Humana”, tuitearon por ahí). Que hubiera una posible víctima de maltrato pareció lo de menos.

Por otro lado, muchos de los seguidores que salieron a defenderlo cuestionaron las razones verdaderas detrás de la denuncia de Casas. No será una estrategia para arruinar la carrera de Hollman Morris? Se preguntaron unos. ¿No será que la señora lo que tiene que hacer es buscarse un trabajo? Se preguntaron otros.

Una respuesta que evidencia que en estos casos, el señalamiento sigue recayendo sobre la mujer que denuncia. El juzgamiento se dirige antes que nada a la que se atreve a hablar. Lamentablemente las cifras demuestren que la violencia contra la mujer en este país sí existe. Y a niveles alarmantes, así haya quien aún lo quiera negar.

Según reportes de la Corporación Humanas la principal violencia que sufren las mujeres es la violencia de pareja –con 43,174 casos en el país en el 2017–. Y según la Secretaría Distrital de la Mujer, solamente en Bogotá, en el primer trimestre del año pasado se registraron 5.740 casos de violencia física; es decir, unas 38 agresiones por día.

La sospecha ante las denunciantes demuestra la normalización de un comportamiento que debería ser inaceptable. Y la ridiculización de la demanda por inasistencia alimentaria habla de un país acostumbrado a la paternidad irresponsable. En Colombia la Fiscalía General de la Nación recibe anualmente más de 60.000 denuncias por inasistencia alimentaria por parte de las madres, cuando este es un deber que los hombres con hijos deberían cumplir, más allá de si ellas son profesionales o no.

Parece increíble que a estas alturas haya que seguir repitiéndolo. Las denuncias de Casas son graves. Y seguirían siendo graves sin importar el partido político del denunciado. La violencia de género no es una discusión política. Es un cáncer que destruye nuestro tejido social. A la violencia contra la mujer se la rechaza. Y a las mujeres cuando denuncian hay que escucharlas.

Todo nuestro apoyo a las mujeres víctimas de la violencia. Ojalá cada vez más mujeres se atrevan a denunciar.

*Carolina Mila es coordinadora de proyectos de ¡Pacifista!