Pasar la cuarentena con el agresor | ¡PACIFISTA!
Pasar la cuarentena con el agresor Imagen: Sebatián Leal
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Pasar la cuarentena con el agresor

Colaborador ¡Pacifista! - marzo 27, 2020

OPINIÓN | El hogar, que para muchos es sinónimo de protección, para algunas mujeres y niñas por estos días de confinamiento obligatorio puede convertirse en el lugar más peligroso.

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Por: Catalina de la Mar Calderón*

Durante los cuatro días que duró el simulacro de aislamiento en Bogotá, la Alcaldía Mayor reportó cerca de 50 denuncias de maltrato intrafamiliar y violencia de género. Es decir, entre 12 y 13 casos diarios, una cifra preocupante. Y en la tarde del 25 de marzo, en el segundo día del confinamiento obligatorio nacional, un hombre asesinó a su pareja, a su cuñada y a su suegra en un barrio de Cartagena.

Es claro que el Covid-19 nos ha planteado nuevos retos como sociedad y no solo al sistema de salud y a las políticas públicas, sino también a nuestro comportamiento como ciudadanos. Quedarnos en casa es, sin duda, la mejor medida para bajar la curva de contagio. Las experiencias en otros países nos lo demuestran. Pero, ¿qué tan seguro es esta situación para nuestras mujeres?

Tendremos que estar en casa, en confinamiento, y sin poder salir por lo menos hasta el 13 de abril, lo que a la vez aumenta el tiempo de exposición que tienen las mujeres y niñas víctimas de algún tipo de violencia intrafamiliar y sexual con sus agresores. Ellas se verán obligadas a convivir y compartir diariamente con quienes las agreden y maltratan en espacios comunes de las viviendas.

Entonces, el hogar, que para muchos es sinónimo de protección, para algunas por estos días de cuarentena puede convertirse en el lugar más peligroso; especialmente en un país como el nuestro, en el que más del 70 por ciento de los casos de violencia sexual contra las mujeres es cometido en la vivienda por un familiar o conocido. Las agresiones pueden aumentar en el confinamiento, así que los hogares no son espacios seguros para muchas de nosotras.

Algunas se verán obligadas a vivir con el agresor las 24 horas, sobre todo aquellas que ya han tenido algún tipo de maltrato y que por baja autoestima, dependencia económica, temor al señalamiento social o a un maltrato aún mayor no se han atrevido a denunciar.

Esto no quiere decir que todas las mujeres estemos expuestas, sino que se van a exacerbar los casos que ya venían existiendo y van a explotar aquellos donde se venía advirtiendo una amenaza. Al ser permanente la convivencia, es muy probable que cualquier víctima vuelva a experimentar violencia física y sexual.

Por eso es importante que las medidas tomadas por los gobiernos locales y los entes nacionales aseguren que en las ciudades en las que haya hogares de paso para mujeres víctimas de violencia doméstica y violencia sexual estén abiertos y en proceso de incrementar su capacidad. Ahora, también se debe hacer masiva la información sobre las líneas de atención para quienes estén pasando por situaciones de violencia y mantenerlas habilitadas para asegurar una respuesta inmediata de las autoridades cuando se presenten las denuncias.

En el caso de Bogotá, pueden marcar desde un fijo o celular y gratuitamente al 018000112137, escribir al WhatsApp 3007551846 o enviar un correo a lpurpura@sdmujer.gov.co; en Medellín pueden marcar el 123 y en el resto del país al 155, habilitada por la Consejería Presidencial para la Mujer. Es de aplaudir la labor de organizaciones como Sisma Mujer, que tienen habilitado el número 3158942140 para brindar apoyo jurídico y psicológico.

Sin embargo, para muchas las líneas de atención no son la mejor solución. Tener al agresor en frente las 24 horas del días no hace fácil que una mujer tome el teléfono para denunciar. Así las cosas, también es mucho menos probable que podamos evitar la violencia.

Por eso, y tristemente para aquellas situaciones que no sean posibles prevenir, se deben tener medios para el envío de manera gratuita, rápida y a domicilio de anticonceptivos, incluyendo la pastilla del día después. Y en casos extremos, abrir la posibilidad de suministrar Misoprostol (cuando opere alguna causal de la sentencia C-355/2006).

Es deber de las autoridades priorizar los servicios de prevención y respuesta a la violencia de género en comunidades afectadas por Covid-19. Por eso mi llamado es para que no solo las líneas telefónicas estén habilitadas, sino que todas las redes de apoyo estén abiertas para dar respuestas oportunas y rápidas por la salud sexual y la vida de nuestras niñas y mujeres.

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*Catalina es abogada y directora asociada para América Latina y el Caribe del Women´s Equality Center, una organización que defiende los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Pueden encontrarla en @catcalderon2