Hablamos con Samantha Schmidt, la periodista que estará al frente de la oficina de ese periódico estadounidense en el país sobre la agenda del diario en la región y sus expectativas para generar contenido que desafíe los lugares comunes del cubrimiento internacional.
Colombia no es un extraño en los medios internacionales; el conflicto armado y el narcotráfico nos han hecho portada en todo el mundo. Ahora, el Washington Post abrirá una oficina en Bogotá no solo para contar la realidad colombiana, sino la de toda Latinoamérica.
El Washington Post anunció el pasado 22 de marzo que abrirá oficina en Colombia, luego de haber cerrado su sede en Bogotá en 2004. Este sería el centro número 26 (junto con la nueva oficina en Australia) del diario propiedad de Jeff Bezos. La misión de consolidar la presencia del diario en el país es de la periodista costarricense-estadounidense Samantha Schmidt.
Después de cubrir durante dos años género y diversidad para el Washington Post, Schmidt será la segunda periodista del staff de este diario en Suramérica y la única en la oficina de Bogotá, ocupando así su primer cargo internacional. Tiene el reto de establecer una red de colaboradores locales, conocer de primera mano el balance de las comunidades sobre el Acuerdo de paz, firmado entre el Estado y las Farc en 2016, y redescubrir a Colombia más allá del estigma.
Aunque todavía se sabe muy poco sobre cómo será la operación del Washington Post en Colombia, la llegada de Schmidt está programada para junio y ya empezó a indagar en la situación política de Colombia, la realidad que se ha vivido desde la pandemia y las audiencias a las que le gustaría llegar como jefa de esta oficina. Hablamos con ella sobre sus planes para el diario en nuestro país.
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¿Qué lugar ocupa la implementación del Acuerdo de Paz en la agenda del Washington Post en Colombia?
La implementación del Acuerdo de paz será sumamente importante en nuestra cobertura y creo que parte de eso va a ser viajando a diferentes regiones del país y entender cómo las comunidades rurales han estado sufriendo de muchas formas. Creo que nuestra cobertura en los últimos meses ha tocado estos temas, mi colega Anthony Faiola ha escrito algunos artículos. La semana pasada, por ejemplo, salió un artículo sobre las amenazas a líderes indígenas, que han estado muriendo a un nivel preocupante y creo que seguir esta cobertura va a ser importante. También queremos ver cómo la pandemia ha impactado la implementación del Acuerdo y cómo esto ha aumentado la violencia, cómo la cuarentena ha incrementado el feminicidio, pero también su impacto económico, no solamente en Colombia, sino en otros países en la región.
Estoy muy interesada en ver si Biden va a priorizar estos temas, él ha dicho que Colombia es sumamente importante, que la paz y seguridad en en el país son temas importantes para todo el hemisferio. Entonces hay muchos que piensan que él va a involucrarse más en esta conversación del Acuerdo de paz. Quiero ver qué pasa con la coca, si cambian las estrategias de erradicación… Apenas estoy apenas empezando a prepararme para cubrir esos temas, pero sí son temas esenciales para los meses que vienen.
¿Cómo incide la llegada de Biden a la Casa Blanca en el cubrimiento que harán de Colombia?
Es muy temprano para contestar esa pregunta, pero definitivamente pienso que ha de ser importante no solo hacer reportajes enmarcados en el gobierno Biden, sino cubrir al gobierno en Colombia. Siento que va a ser interesante ver qué pasa cuando pasemos la pandemia. Quiero ver, cuando vaya a Colombia en junio, cuando ya la mayoría de norteamericanos tendrían la vacuna, si Biden va a empezar a hablar más sobre estos temas internacionales, de América Latina y de Colombia.
Ahora la pregunta obvia, ¿Por qué Colombia para cubrir toda la región?
No estuve involucrada en esa decisión, pero lo que entiendo es que necesitábamos tener a alguien en esa región de América Latina y Colombia nos ofrece la posibilidad de estar a la par de Venezuela para seguir cubriendo la crisis en ese país. Lo otro es que antes teníamos una oficina en Colombia, creo que cerró en 2004, entonces tenemos esa historia ahí y pensamos que es un buen momento para regresar, especialmente con los avances que ha tenido, el momento político y la importancia que tiene en la relación con los Estados Unidos. Siempre ha sido importante Colombia, especialmente ahora.
¿Cómo el Washington Post en Colombia va a diferenciarse de otros medios extranjeros que cuentan con corresponsales y oficinas aquí?
Me encantaría no solo escribir artículos sobre la situación sociopolítica, sino escribir artículos que le van a importar a nuestros lectores latinos en los Estados Unidos también. Yo como latina creo que no escribimos muchos artículos para la comunidad latina. Escribimos sobre la comunidad, pero no para ella. Quiero encontrar oportunidades para que latinos en los Estados Unidos estén interesados en nuestra cobertura en Colombia. Siempre busco la oportunidad de hacer artículos que son de experiencias locales y basados en un país específico, pero de temas universales, que conecten con la gente de todo el mundo.
Esa va a ser mi meta: escribir artículos e historias sobre temas, personas y comunidades en Colombia que van a interesar a gente de todo el mundo. Mis artículos están muy basados en la experiencia humana, en personas marginalizadas, y comunidades que muchas personas todavía no entienden bien.
Mi cobertura en los últimos años se ha enfocado más en asuntos de género y me he concentrado mucho en la comunidad LGBTQ, y pienso que voy a tratar de llevar esas experiencias, esas lecciones que he aprendido en los últimos años a mi cobertura en Colombia también.
Ahora que habla de los lectores a los que quiere llegar, ¿Cómo han pensado acercarse a los lectores en Colombia?
Nos ha ayudado que el Washington Post ha estado creciendo y desarrollando diferentes productos en español para lectores hispanohablantes y ahora tenemos la sección de opinión en español. También tenemos el podcast del Washington Post con un colega en Colombia. Creo que eso nos ha ayudado a conectarnos más con lectores en América Latina y espero que mis artículos lleguen a ellos también, por eso creo que es importante en los últimos meses que vengan poder construir relaciones y conexiones con gente en Colombia para poder entender lo que ellos quieren leer en el Washington Post, como puedo escribir artículos para ellos y no solamente para estadounidenses y colombianos en los Estados Unidos.
También me gustaría tratar de usar redes sociales para preguntarle a la gente lo que piensa sobre un tema, qué es lo que quieren leer. He estado haciendo eso ahora en mi posición, cubriendo género, siempre trato de usar redes sociales y tenemos diferentes equipos en el Washington Post que se enfocan en ‘audience engagement’ (fidelización de audiencias), para encontrar formas de conectarnos con personas que leen nuestros artículos y preguntarles qué es lo que piensan, las experiencias que tienen, me gustaría experimentar más con eso.
¿Cómo cubrir a Colombia de una manera que no se centre solo en el problema del narcotráfico?
Es algo en lo que estoy pensando mucho. Porque sabemos que hay que escribir sobre los temas y problemas políticos, el problema de las drogas y con todo eso, pero yo pienso que es casi lo único que la gente ve y sabe sobre Colombia. Piensan en narcos, piensan en drogas y en la guerra histórica en Colombia. Creo que la llegada del WP es una gran oportunidad de abrir y ayudar a la gente a que vea cómo es Colombia, no solamente enfocándose en las drogas y en el pasado, sino en cómo ha cambiado la sociedad, como se han desarrollado las ciudades.
Deberíamos tratar de cubrir a las comunidades de una forma multidimensional, no solo lo que normalmente leemos en cobertura internacional. Quiero entender que es lo que los colombianos quieren leer en el Washington Post y que son las cosas que ahora mismo no están representadas en la cobertura de Colombia a nivel internacional y cómo podemos ayudar. Yo entiendo que yo no soy de Colombia, que no conozco el país, entonces hay mucho que aprender y quiero prepararme bien para llegar y no como seguir cubriendo lo mismo que cubren los corresponsales internacionales.
¿Y ya se sabe algo sobre cómo va a ser la operación del diario en Bogotá?
Yo voy a ser la única periodista del staff del Washington Post en Colombia y voy a estar colaborando con periodistas en diferentes partes de Colombia y en Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela.
¿Y ya ha creado conexiones con otros periodistas aquí en la región?
Pues ha sido solamente unas semanas desde que lo anunciaron, pero he estado recibiendo mensajes de periodistas en Colombia, en Perú, en Venezuela dándome la bienvenida, muy amables todos. Estoy muy emocionada de colaborar con ellos y eso va a ser una de mis responsabilidades también, conectar a través de las notas a periodistas y corresponsales en la región para trabajar juntos, para colaborar. Ahora lo hacemos mucho porque no tenemos a alguien en Colombia ahora mismo.
Usted continúa cubriendo género, ¿Qué ha leído de Colombia en esa fuente?
Los últimos dos años y medio me enfoqué en estos temas, definitivamente me interesa seguir cubriéndolos. Específicamente el impacto de la pandemia en las mujeres y el feminicidio, la violación y el abuso doméstico. El movimiento feminista en todo Latinoamérica me interesa mucho, estuve escribiendo sobre Argentina, hace dos años fui a escribir sobre el movimiento feminista ahí, un año antes de la legalización del aborto. Me encanta que las lideresas de estos movimientos muchas veces son mujeres jóvenes, son adolescentes, entonces me encantaría encontrar oportunidades de elevar esas voces. Entre los temas importantes están el feminicidio, es uno de los que quiero seguir cubriendo, y comunidades transgénero. Ahora mismo estoy escribiendo mucho sobre la violencia en contra de la comunidad trans aquí en los Estados Unidos y sé que es un gran problema en Colombia y en diferentes partes de América Latina. También me interesa el impacto económico y social, cómo la pandemia ha impactado el trabajo de las mujeres y la seguridad en sus casas.
