La manifestación étnica en Cauca, Caldas, Huila y Antioquia ya suma 10 días y la violencia escaló. Ayer murió un agente del Esmad.
La minga indígena de 2019 puede ser una de las más fuertes de los últimos tiempos. La protesta ha crecido vertiginosamente y el gobierno, con mensajes confusos, no ha logrado encontrar una salida para evitar los paros y bloqueos en las carreteras. El panorama se ha tornado gris: en la tarde del martes murió, en medio de enfrentamientos, Boris Alexander Benítez, agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Aunque todavía no hay cifras oficiales, en los medios se ha posicionado una: 25 heridos y un muerto.
Ante el evidente escalamiento de la violencia, el presidente Iván Duque ha dicho que solo asistirá al Cauca cuando cesen las vías de hecho. Sin embargo, los líderes de las organizaciones indígenas solicitan la presencia de Duque, pues aseguran que los funcionarios que ha enviado a la región no garantizan fiabilidad ni suficiente autoridad para firmar nuevos compromisos.
Las comunidades indígenas están pidiendo respuestas y medidas por los asesinatos de líderes, así como los 10 billones de pesos que el gobierno había acordado con ellas. Los representantes gubernamentales han señalado que en el Plan Nacional de Desarrollo están esos recursos garantizados, pero los indígenas encontraron que el capítulo étnico no tiene asignación presupuestal específica. Para resolver esa discusión, los indígenas piden que Duque firme un acuerdo en el que quede claro que se girarán esos recursos. El presidente, a pesar de que se lo piden, ha preferido mantenerse al margen de la situación en el Cauca, pues teme que le hagan un “juicio político”.
Existen otras inquietudes a las que el gobierno no ha dado respuesta. Las comunidades indígenas piden, por ejemplo, que el presidente revise la reforma que pretende hacerle a la Ley 160, que regula el uso de la tierra para las comunidades étnicas. Lo mismo sucede con la reforma que quiere hacerle el uribismo a las consultas previas, un mecanismo que garantiza la participación de las poblaciones étnicas en el desarrollo de proyectos económicos en sus territorios. Otra petición que no es menor es que Duque se comprometa a no usar el fracking en territorios que puedan afectar a las comunidades étnicas, decisión a la que difícilmente cedería.
Además, el Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, solicitó 3,6 billones adicionales para que el gobierno cumpla con los compromisos que el presidente Juan Manuel Santos había adquirido con ellos. Sobre ese tema, Duque dijo que el gobierno anterior había realizado varios compromisos que no podría cumplir. La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, no ha ayudado mucho con sus declaraciones: “El tema no son las inversiones; el fondo es que ellos son sectores de oposición al Gobierno y lo que ellos quieren es un debate político de oposición”. Gutiérrez ha asegurado en varias ocasiones que la protesta tiene un “tinte político”.
A la minga indígena se sumaron comunidades de Antioquia, Caldas y Huila. Se calcula que son, por lo menos, 22.000 personas las que están marchando por las causas étnicas. Esta semana, de hecho, 1.200 organizaciones sociales le enviaron una carta al presidente Iván Duque respaldando los motivos de la minga y reafirmando que no se trata de una protesta con infiltración de grupos armados.
Y este tema es complejo. En el Cauca operan las disidencias del frente sexto de las Farc, Los Pelusos y el ELN. Tras la salida de las Farc, los grupos armados han comenzado a disputarse el territorio y en este ambiente enrarecido es fácil pescar en río revuelto. Esta semana, por ejemplo, integrantes de las disidencias comandados por alias Mayimbú atacaron a la Policía y al Ejército. Hasta el momento, la Defensoría del Pueblo ha señalado que si bien existe violencia en la protesta, los grupos armados no están combatiendo de la mano con los indígenas. De hecho, la guardia indígena, como nos dijo una fuente, ha estado trabajando en evitar infiltraciones de grupos armados en la manifestación.
Cruce de versiones
A continuación les mostramos diferentes reportes que dan cuenta de que en esta movilización no existen puntos en común .
#Bogotá Frente a situación en la vía Panamericana reitero que se le debe poner fin a las vías de hecho, porque estas no contribuyen a la generación de confianza y le hacen daño a la institucionalidad. Nuestro Gobierno ha estado siempre abierto al diálogo con todos los sectores. pic.twitter.com/aIN7PyPyxD
— Iván Duque (@IvanDuque) 18 de marzo de 2019
#Mitú Somos abiertos al diálogo, pero no podemos validar ninguna vía de hecho que afecte los derechos de los demás. Nuestro deseo es construir, y eso significa que no haya vías de hecho para dialogar con el Gobierno. #MitúConstruye pic.twitter.com/zOT4hdbKnN
— Iván Duque (@IvanDuque) 16 de marzo de 2019
En la madrugada el ESMAD quemó unos cambuches, en la vereda El Cairo, Piendamo – Cauca.
No hubo provocación previa.
Un acto demencial de un gobierno q ante su incapacidad de resolver problemas sociales de los indígenas, acude a la violencia. Duque el país se le sale de la manos. pic.twitter.com/h2tjtW4U3l— Gustavo Bolívar (@GustavoBolivar) 16 de marzo de 2019
Toda la fuerza y solidaridad con compañeros de @JuvREBELDE y @FEUColombia heridos de gravedad por represión del ESMAD en el Cauca.@IvanDuque opta por la violencia contra las comunidades mientras estás lo esperan para dialogar.#DuqueVengaAlCauca pic.twitter.com/XbpSTIofve
— Cristian Hurtado (@CristianHurtJR) 15 de marzo de 2019