Mesa Social de Paz, la propuesta civil para echarle una mano a los diálogos con el ELN | ¡PACIFISTA!
Mesa Social de Paz, la propuesta civil para echarle una mano a los diálogos con el ELN
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Mesa Social de Paz, la propuesta civil para echarle una mano a los diálogos con el ELN

Staff ¡Pacifista! - octubre 24, 2016

Decenas de organizaciones no se sintieron representadas en el proceso con las Farc y quieren conversar con el Gobierno.

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Congreso de los Pueblos es uno de los movimientos que jalona la propuesta de establecer una Mesa Social para la Paz. Foto: Santiago Mesa

En pocos días comienza la fase pública de negociaciones entre el Gobierno y el ELN. Será en Ecuador, tendrá una estructura logística similar a la mesa de La Habana –negociadores plenipotenciarios, discusiones paralelas y facilitadores internacionales–, pero abordará tres temas que no estuvieron en la agenda de los diálogos con las Farc: participación de la sociedad, democracia para la paz y transformaciones para la paz.

Según el esquema de negociación presentado al país, la participación de la gente durante las conversaciones es determinante. De hecho, una de las posiciones sentadas por el ELN antes de iniciar la fase pública de conversaciones es que esa guerrilla no representa a toda la sociedad y que, en esa medida, son muchos los sectores que deben tener una presencia activa en la mesa.

Por eso los diálogos comenzarán, por ejemplo, con el punto de participación de la sociedad civil, en el que se discutirán iniciativas y propuestas que hagan viable la paz bajo un “ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permita construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones”, según dice el documento acordado por las partes en marzo de este año.

A partir de esas propuestas, se abordarán los siguientes puntos de negociación. En Democracia para la paz, se realizará “un debate que permita examinar la participación y las decisiones de la sociedad en los problemas que afectan su realidad”, entre otros puntos.Y en Transformaciones para la paz, tercer punto de la agenda, se discutirán “las propuestas transformadoras elaboradas por la sociedad, sustentadas en los resultados del punto 2 de esta agenda (“Democracia para la Paz”)”.

Es claro que ni el Gobierno ni la guerrilla quieren sacar a la sociedad civil de esta negociación y por eso su participación en este escenario será determinante.

La propuesta

Varias organizaciones han desempolvado una propuesta que venían trabajando desde hace dos años y que ahora parece tener asidero: la Mesa Social para la Paz. La iniciativa está liderada por el movimiento Congreso de los Pueblos, la Organización Nacional Indígena de Colombia – Onic, varios sindicatos, ONG’s de defensa de los derechos de las mujeres y agrupaciones de población afrodescendiente.

La idea de los promotores es instalar una mesa de diálogo entre los sectores sociales y el Gobierno nacional. Una mesa que nada tendría que ver con los diálogos de Quito –en lo formal– y que discutiría una agenda social más grande que la que proponen las partes.

“Queremos que, por primera vez, la sociedad civil tenga un carácter vinculante en la negociación. Lo que pasó en La Habana fue importante pero terminó siendo una acción deliberativa y no real”, dijo a ¡Pacifista! Diana Sánchez, directora de la asociación Minga y una de las promotoras de la iniciativa.

Según defensores de la propuesta, el movimiento social colombiano se ha cargado más luchas que las guerrillas mismas y por eso no quieren convertirse en un comodín de la mesa de Quito. “Ni la institucionalidad ni el ELN nos representan, nosotros tenemos nuestra propia representación”, dijo Sánchez.

Los resultados de ese diálogo se convertirían en un insumo para la mesa de Quito, aunque una de las condiciones fundamentales de la propuesta es que el documento debe ser aceptado o rechazado, en su totalidad, por el Gobierno y el ELN, y que no puede ser modificado por los negociadores.

El Gobierno alejó completamente a la sociedad civil de la mesa de negociaciones con las Farc

Según varias organizaciones que apoyan la propuesta, esta iniciativa puede fácilmente reemplazar la discusión sobre los tres primeros puntos de la agenda y ayudar a despejar el camino hacia una paz completa.

“La Mesa Social es un aporte para una demanda social de participación. Colombia está en el momento de cerrar el viejo conflicto armado, vía negociaciones y pactos políticos, que tienen como corazón transformaciones y garantías para la competencia política; sacando la violencia de la política y persiguiendo y sancionando desde el Estado de derecho a quienes persistan en hacer política con violencia”, señaló el analista Luis Eduardo Celis.

La idea es discutir temas como el medio ambiente, la salud, la corrupción, la cultura y otros puntos que no necesariamente involucren procesos de desmovilización de guerrilleros y reinserción a la vida civil.

El problema

Las organizaciones que jalonan la propuesta de la Mesa Social saben que el meollo del asunto está en la decisión sobre el mecanismo de participación para los diálogos con el ELN. Hasta el momento, la idea del Gobierno ha sido mantener el mismo sistema que desarrolló con las Farc: encuentros regionales en los que la sociedad civil entregó propuestas que fueron llevadas a La Habana para que los negociadores las discutieran.

La única diferencia entre este mecanismo y el de La Habana sería que los organizadores de los foros –que seguirían siendo las Naciones Unidas y la Universidad Nacional– llevarían estos eventos a escenarios más regionales y no se centrarían solo en las capitales de departamentos.

Es muy probable que las partes opten por esta propuesta, pues ya tienen la experiencia de la negociación con las Farc y es difícil que el gobierno se “desgaste” en una mesa paralela a la que instalará esta semana con el ELN y que comenzará a andar el 3 de noviembre en la capital ecuatoriana.

Además, es poco probable que el ELN acepte no discutir las propuestas que vengan de la sociedad civil y se sienta “obligado” a aceptar el documento que suscriban los sectores sociales con el Gobierno. Sin embargo, para los promotores de la Mesa Social, este escenario sería mejor que el de La Habana.

“El Gobierno alejó completamente a la sociedad civil de la mesa de negociaciones con las Farc y cuando las víctimas fueron a La Habana pareció una presión de contexto. Esa restricción hace que la gente, que el pueblo, no se apropie de los acuerdos de paz”, señaló Sánchez.

La salida 

¡Pacifista! conoció que ya comenzaron a establecerse comités de impulso de la iniciativa. De hecho, hace poco realizaron un evento en Santander de Quilichao donde asistieron 58 organizaciones locales del Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá y Huila.

Esta sería la estrategia para presionar a las partes –sobretodo al Gobierno– para que elija la Mesa Social para la Paz como mecanismo de participación de la sociedad civil en el proceso de paz. Los líderes de la propuesta están tratando de convencer a cientos de organizaciones sociales para que se vinculen y exijan participación real de sus sectores en el diálogo.

Además, según ellos, este sistema ahorraría un proceso de refrendación popular a los diálogos porque le daría a la mesa de Quito la legitimidad necesaria para evitar, por ejemplo, un plebiscito. “Aquí sí se configuraría un proceso constituyente: es la sociedad la que se estaría imaginando soluciones al fin de la guerra y aportando soluciones a conflictos nodales y que pueden generar más violencia si no se resuelven”, explicó Sánchez.

Los promotores de la Mesa Social para la Paz saben que es una pelea difícil, y que si Gobierno y ELN escogen otro mecanismo de participación en el marco de los diálogos, el Congreso de los Pueblos, la Onic y demás organizaciones tendrán que ajustarse a la decisión y, desde ahí, tratar de integrar sus propuestas a la voluntad de las partes y a la conveniencia del proceso.