“De nuevo a las armas, por la paz de Colombia”, se lee en varias de las pintadas que aparecieron este fin de semana.
En los 90 y principios de los 2000, antes de cualquier masacre, las Autodefensas Unidas de Colombia preparaban el territorio con mecanismos de terror. Amenazaban a los líderes sociales, amedrentaban a comerciantes y ganaderos y, sobre todo, dejaban su huella en las paredes del lugar. Las fachadas se convirtieron en una advertencia de su llegada, una especie de macabra premonición. Ahora la historia parece repetirse.
Este fin de semana, esa práctica retornó a dos municipios del suroccidente del país. El 2 de julio, los habitantes de Leiva (Nariño) se percataron “de la aparición de letreros alusivos al grupo paramilitar denominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia AGC, en el corregimiento de Santa Lucia y la cabecera Municipal de Leiva”, de acuerdo a una denuncia de la comunidad.
Varios líderes sociales, que prefirieron no dar su nombre, le dijeron a ¡Pacifista! que las pintadas aparecieron este domingo, y que en la noche del sábado varios policías habían patrullado el pueblo. Además señalaron que los grafitis “han generado terror” y que la población está amedrentada.
Hasta el momento, ni las autoridades locales ni la fuerza pública se han referido al tema.
En la mañana de ese mismo día, habitantes del corregimiento El Paraíso, municipio de Sucre, en el Cauca, vieron “que en las fachadas de las casas al lado de la carretera y en escuelas, se han hecho grafitis alusivos el grupo paramilitar auto denominados Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)”, según la denuncia de la Red de Derechos Humanos del Suroccidente Colombiano “Francisco Isaías Cifuentes”.
Según miembros de la comunidad, las pintadas se suman a varias amenazas que han sufrido líderes sociales en el municipio, y a supuestas recompensas por asesinar a familiares de dirigentes campesinos o líderes de cultivadores de cultivos ilícitos que entren en una eventual negociación con el gobierno.
La situación es tan grave que la gobernación del Cauca convocó una reunión de emergencia con varios líderes sociales y defensores de Derechos Humanos del departamento para analizar la situación. En la actividad estarán autoridades locales y representantes de las fuerza pública.