'El periodismo no puede ser un muertómetro' | ¡PACIFISTA!
‘El periodismo no puede ser un muertómetro’
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‘El periodismo no puede ser un muertómetro’

María Alejandra Vanegas - octubre 6, 2017

En Cali asesinan a 4 personas al día. La unidad investigativa de El País, liderada por Hugo Mario Cárdenas, recopiló las cifras y las historias detrás de los asesinatos.

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Cárdenas ha sido ganador en otras ediciones del Premio Simón Bolívar en categorías como ‘mejor reportaje escrito’. Foto Cortesía Hugo Mario Cárdenas

Cali es la ciudad de Colombia con el mayor número de homicidios. Según cifras de Medicina Legal, al 31 de agosto de este año, se han registrado 785 asesinatos , es decir que en la ciudad están matando a cuatro personas al día. Como respuesta a esa realidad, el equipo de la unidad investigativa del periódico El País recopiló 15 años de información relacionada con la violencia letal de la capital del Valle del Cauca y le dio vida a ‘El mapa de la muerte’. Se trata de un especial periodístico que, a través de diferentes formatos, muestra las cifras, los rostros y los diferentes ángulos del homicidio en esa ciudad. Crónicas, videos en 360 grados e infografías son algunos de los elementos que conforman el mapa.

El proyecto le significó a Hugo Mario Cárdenas, editor de la unidad investigativa de ese periódico, y a otros cuatro periodistas de su equipo un  Premio Gabo 2017 en la categoría ‘mejor cubrimiento’.

No es el primer galardón para Cárdenas. En su lista de reconocimientos, está el Premio Simón Bolívar como periodista del año en 2016, así como el Premio Amway de periodismo ambiental en 2016 por su trabajo titulado “Minería ilegal: el cáncer de los farallones”. Sin embargo, para Cárdenas, la labor periodística va más allá de las distinciones: lo importante es el impacto en la sociedad. ¡Pacifista! habló con él sobre la elaboración del especial, los hallazgos más impactantes y la importancia del periodismo en la erradicación de la violencia letal en Colombia.

¿Cómo surgió la idea de este mapa?

Nosotros estábamos en la redacción del periódico cuando nos llegó una propuesta relacionada con el periodismo de datos. Hicimos un acuerdo con Consejo de redacción, ellos nos dictaron un taller sobre esa clase de periodismo. Inicialmente, pensamos en hacer algo relacionado con minería ilegal, pero las bases de datos que teníamos sobre el tema eran muy extensas, entonces miramos una tabla sobre homicidios y nos pareció ideal enfocarlo en Cali. Sabíamos que teníamos que hacer algo que pudiera impactar a la gente, entonces tomamos los datos de los últimos 15 años en la ciudad, nosotros mismos quedamos muy impactados: la cifra llegaba a los 26.687, ahí debimos iniciar un proceso de contraste de esa cifra, además de identificar las causas de esos homicidios, pues tenemos la problemática de la guerra, el narcotráfico, las pandillas, entre otras.

¿Cuánto tiempo tardaron recopilando toda la información que se encuentra allí?

Aproximadamente, dos meses y medio.

Para la realización del mapa se utilizaron diversos géneros periodísticos, así como herramientas tecnológicas ¿Cómo lograron integrar esos elementos?

Este proyecto ha sido un gran aprendizaje para nosotros también porque era uno de nuestros primeros trabajos utilizando, por ejemplo, las cámaras de 360 grados. Aunque lo más importante, aparte de las cifras, son los rostros. La tecnología nos permitió alternar los datos con el factor humano. Teníamos el temor de que el especial fuera muy denso, entonces ahí estuvo el reto, porque nosotros queríamos llegarle también a las nuevas generaciones y sabíamos que eso no lo íbamos a lograr si no diversificábamos los formatos. Por ejemplo, la crónica nos permitió hablar de ese factor humano y que el especial fuera de más fácil lectura. Los videos también dieron un aire.

Usted hace un gran énfasis en el factor humano ¿Cómo se logró balancear la data y los rostros?

Para nosotros fue crucial hablar con las familias de las víctimas, con la gente. Muchas veces, el periodismo se enfoca más a ser una especie de ‘muertómetro’, pero parece como si la gente se matara sola, como si no hubiera seres humanos detrás. Otra cosa que no se tiene en cuenta cuando se habla de homicidios es que la gran mayoría de muertos son menores de 24 años. Por eso, en el especial hay una parte relacionada con esos jóvenes que se perdieron, con esos talentos, esos cerebros que se fueron, por ejemplo, un muchacho que era un muy buen estudiante pero cayó en una frontera invisible. Es darnos cuenta de que esos muertos eran los hijos, los hermanos, los padres de alguien.

Cali concentra el mayor número de asesinatos en Colombia,  ¿Cómo cree que el periodismo de esa ciudad ha actuado históricamente frente a esa realidad?

Para este trabajo, nosotros revisamos los informes periodísticos sobre todo el tema de la violencia en Cali. Todo se relacionaba con la violencia en el norte de la ciudad, las organizaciones delincuenciales, el narcotráfico y el conflicto armado. Nos dimos cuenta de que faltaba un trabajo periodístico interno más allá de los boletines de la policía y nos centramos en eso, en mirar las edades, en mirar las causas, mejor dicho, en hacer una radiografía del homicidio. Creo que este es un ejercicio que debería hacerse en todas las ciudades de Colombia para que así puedan empezar a tomarse decisiones importantes en esta materia.

En el especial también se incluyó una parte sobre el tráfico de armas en Cali. ¿Por qué incluir esta sección?

La razón fundamental es la facilidad que existe en Cali para conseguir armas en el mercado negro. Las armas son las herramientas principales del homicidio en la ciudad y, dentro de nuestro ejercicio, quisimos explorar también ese ángulo.

Desde diciembre del año pasado el gobierno revocó lo permisos para el porte de armas,pero como usted lo ha dicho, el tráfico ilegal no permite que Colombia esté libre de armas. Con los datos recopilados en el mapa ¿Cree que ese desarme civil será posible en algún tiempo cercano?

No soy especialista pero sí me parece muy importante que exista un control de las armas, tanto legales como ilegales. Yo creo que hay que promover realmente un uso de armas exclusivo del Estado. Sí creo que hace falta pararle más bolas al comercio ilegal, porque, como dije anteriormente, en Cali es muy fácil conseguirlas, pero la suspensión de licencias sí ayudó, es decir, el pasado septiembre hubo una reducción considerable con respecto a las cifras del año pasado.

¿Cómo vio la reacción de la gente al ‘Mapa de la muerte’?

La gente habló muchísimo de eso. Es uno de los informes más leídos en la historia del periódico. Dentro de la plataforma en la que lo alojamos, los comentarios muestran un impacto en la sociedad caleña, inclusive las autoridades han empezado a gestar políticas públicas alrededor del homicidio en Cali.