El Catatumbo también tiene su agenda en medio del Paro Nacional | ¡PACIFISTA!
El Catatumbo también tiene su agenda en medio del Paro Nacional
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El Catatumbo también tiene su agenda en medio del Paro Nacional

Colaborador ¡Pacifista! - mayo 19, 2021

En medio de la crisis política que vive Colombia, organizaciones, líderes y lideresas del Catatumbo se suman al pliego de peticiones y exponen las necesidades particulares del territorio a través de la protesta pacífica.

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Por: Ángela Martin Laiton | En alianza con Pacificultor

Las organizaciones sociales, indígenas y campesinas del Catatumbo se sumaron desde el pasado 28 de abril al Paro Nacional en Colombia, adheridos al pliego de peticiones del comité nacional del mismo, pero advirtiendo las necesidades regionales del territorio con una lista de prioridades que surgen desde el Catatumbo. Desde el pasado 4 de mayo las carreteras de la vía Cúcuta-Ocaña, hacia la Costa Atlántica, y Cúcuta- Tibú están cerradas atendiendo al llamado de Paro Nacional Indefinido y como respuesta al manejo que el Gobierno Nacional le ha dado a la protesta en Colombia. Sin embargo, es importante destacar que se abrió un corredor humanitario para el paso de elementos de primera necesidad y para evitar el desabastecimiento de los municipios.

La Pastoral Social de la Diócesis de Tibú ha promovido el diálogo en medio de la movilización de las organizaciones y asociaciones campesinas del Catatumbo y, el 7 de mayo, a través del evento “Diálogos Improbables” junto a la Universidad Javeriana, Universidad de Sheffield y Cinep, conversó con distintos liderazgos de los territorios alrededor del pliego de peticiones que hace el Catatumbo. Organizaciones como la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), la Asociación de Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat), la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc), la organización Marcha Patriótica y la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Marihuana y Amapola (Coccam), entre otras, han liderado la protesta pacífica y organizado las necesidades urgentes del departamento de Norte de Santander dentro de las que se enumeran:

  1. No a la aspersión con glifosato, ni a la erradicación forzada
  2. Implementación del acuerdo de paz de manera integral
  3. Reapertura de la frontera
  4. Justas tarifas de transporte de buses y taxis
  5. No a la nueva estratificación urbana
  6. Cese de la desaparición forzada en la frontera
  7. No al cobro y creación injustificada de nuevos peajes
  8. Parar la violencia sistemática contra las mujeres
  9. Cese de las políticas lesivas de Iván Duque
  10. Garantías para el gremio arrocero
  11. Garantías para la protesta y la defensa de los DDHH
  12. La paz completa, estable y duradera
  13. Memoria Histórica
  14. Cúcuta Deportivo para la ciudad y no como negocio

En uno de los comunicados se llama la atención además por la situación de empobrecimiento que ha sufrido el departamento, ubicando a Cúcuta como la cuarta ciudad más pobre del país. Además de todo ello, señalan las organizaciones, intervenir con glifosato acabará con toda la biodiversidad del territorio, afectará la salud de los nortesantandereanos y, particularmente, la de los catatumberos. Se hace un llamado urgente a generar un proceso de sustitución consensuada que venga acompañada de la construcción de las vías terciarias y el fortalecimiento de economías alternativas para el desarrollo.

Para Junior Maldonado, representante de Ascamcat, son múltiples y antiguas las razones por las que catatumberos y catatumberas se han sumado al paro: “en el caso del Catatumbo hay deudas históricas que están ahí desde los años 80, desde las marchas del nororiente, las de 1996, las del 2013 y las actuales […] La acumulación de dichas deudas sumadas al incumplimiento en los acuerdos de paz, la falta de diálogo entre comunidades y actores políticos que dirigen. Cerrar ese diálogo y no permitir dialogar a sectores diferentes del país genera que la movilización social sea una vía para poder escuchar las exigencias históricas. Esto hace que se generen hechos que uno no quisiera que pasaran: la confrontación de la fuerza pública con los protestantes”.

También, como representante de Ascamcat, señala contundentemente las demandas urgentes de las organizaciones que se han sumado a las manifestaciones en el Catatumbo, las necesidades y posibles rutas que ayuden a solucionar los conflictos dentro del territorio, “nosotros hemos vivido el asesinato de líderes. ¿Cuáles son las garantías para la vida de los campesinos, líderes y lideresas y firmantes de paz? Nosotros desde Ascamcat estamos movilizados junto a los estudiantes, arroceros, taxistas, barras del Cúcuta Deportivo. Juntos hemos generado unos elementos para la negociación. Hemos generado unas iniciativas para abrir la puerta del diálogo de interlocución. Son exigencias de carácter nacional, esperamos respuestas positivas, lo que nos queda es la interlocución y el diálogo”, finaliza.

Tibú es el municipio del país con más hectáreas sembradas con hoja de coca (20.000 hectáreas). Por extensión, la región del Catatumbo también ocupa el primer lugar con 41.000 hectáreas sembradas. Razón por la que se encendieron las alarmas frente al Decreto 380 que reglamentó el Gobierno Nacional el 12 de abril en el que se ordena el programa de aspersión. “Ustedes se podrán imaginar las implicaciones de las fumigaciones con glifosato: los impactos al ambiente y la situación de violación de derechos humanos. Las erradicaciones forzadas. La política antidroga de glifosato y erradicaciones forzadas son fallidas. Tibú es el municipio con más hoja de coca después de Tumaco, el crecimiento exponencial de cultivos.  Asesinatos disparados suceden por el aumento exponencial de cultivos de uso ilícito y por las disputas de la renta de la coca”, afirma frente a esta problemática Junior Maldonado.

El director de la Pastoral Social de la Diócesis de Tibú, Jairo Gelvez Tarazona, hace un llamado a la solución de problemas básicos en el país y particularmente en el Catatumbo, pero también al diálogo y la solución pacífica de los conflictos: “Colombia está manifestándose, pronunciándose. Estamos orando para que no haya más sangre y para que el corazón de los gobernantes sane. Oramos para que podamos atender las necesidades básicas insatisfechas. Se trata de crear una ruta, un diálogo sostenible para convivir y aportar, pero donde el pan y el vestido lleguen a cada hogar. El pueblo no puede soportar más. Necesitamos igualdad de oportunidades, equidad para todas las personas y que la vida sea lo más importante. Hay que bajarle al tema de la inversión para la guerra. El camino de la guerra no es el camino de la paz”.

Además, el presbítero señaló dos aspectos fundamentales que las organizaciones sociales han manifestado como necesidades urgentes en el Catatumbo: el arreglo de la infraestructura vial, desde la carretera Cúcuta-Tibú que durante repetidas ocasiones ha quedado cerrada por el mal estado en que se encuentra, hasta las vías que comunican corregimientos y veredas. También, agrega, la necesidad imperante de una universidad pública a la que los y las jóvenes del territorio catatumbero puedan acceder, dado que muchos de ellos no encuentran oportunidades al terminar el bachillerato y son reclutados por los grupos armados que operan en la región.

Cristian Ibañez, del Colectivo de Jóvenes Ishtana-Tibú, es consciente de las necesidades que existen, sin embargo, afirma que la participación activa de los jóvenes en los procesos de la democracia puede traer los cambios que se necesitan: “Colombia tiene mucho potencial, pero todos sabemos que está estancada en su propia miseria, sabemos que se reparten el pan para ellos y dejan la migaja para el pueblo. Algunos crean cortinas realizando eventos cada año o entregando computadores, pero muchos proyectos que se pasan no son con otro fin que el de sacar provecho. El día que estábamos haciendo el cierre en la Uno, estábamos explicando la razón de la manifestación y decían que dejáramos de hacer paro, que esto viene pasando de años, o sea tienen normalizada la violencia y esto no puede pasar. Hay gente que tiene 70 años y no aspiran a nada mejor. Por eso los que se manifiestan son los jóvenes porque no han normalizado esto, hay que cultivar esa conciencia, ese amor por el país para las próximas generaciones. Borrar todo lo que hay y empezar de cero, cambiar a las personas que están en el poder. Montar gente con una nueva mentalidad, hay que cambiar estructural y culturalmente.”

 

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