Por Laura Rincón López.
Antes de la primera vuelta presidencial de 2022, Pacifista consultó a dos investigadores en políticas públicas de drogas para contrastar sus consejos con las propuestas de los candidatos que encabezaban las encuestas. En ese entonces, el plan de gobierno de Gustavo Petro fue el que más se acercó a las recomendaciones de los expertos, pero es su victoria la que hoy puede significar un verdadero avance en la construcción de una nueva política pública de drogas. El discurso que dio el presidente Petro ante la ONU, el pasado 21 de septiembre, reafirma los puntos claves que expuso durante su campaña.
¿Fin del prohibicionismo?
«¿Qué es más peligroso para el ser humano? ¿La cocaína? ¿El carbón? ¿O el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella cause solo mínimas muertes por sobredosis y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada. En cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad».
Gustavo Petro
Discurso para la ONU 21/09/22
En su plan de gobierno, Petro se comprometió con un cambio de paradigma que se resumen en este fragmento de su discurso: legalización y regulación de sustancias psicoactivas con un enfoque de reducción de riesgos a los consumidores. En las siguientes frases cuestiona las prioridades del poder global y los prejuicios que sostienen un paradigma prohibicionista: “Estas son las cosas del poder global, cosas de la injusticia, de la irracionalidad”. Y con sutileza, pone sobre la mesa una idea que suena a tabú para los prohibicionistas, pero que los expertos alientan: el uso recreativo de la cocaína con acciones de salud pública para mitigar los daños por su consumo.
Para Julián Quintero, director ejecutivo de Acción Técnica Social, organización autora del proyecto Échele Cabeza, este es el camino que debe seguir un país que ha sufrido el flagelo de la criminalización y el abuso de sustancias, pero también reconoce que muchos sectores sociales se opondrán a este cambio porque se benefician del enfoque tradicional: «Mucha gente fue engañada, yo les llamo víctimas de la guerra no declarada contra las drogas, son esos que creyeron que el consumo se iba a acabar con abstinencia, con solo prevención, con solo superación personal, con tratamientos, con interdicción, con fumigación, con cárcel. Esa gente que creyó en el prohibicionismo va a morir con las botas puestas, muchos de ellos no van a recapacitar y se van a oponer radicalmente al cambio de paradigma y se van a oponer desde la política, desde el presupuesto y desde sus cargos burocráticos donde han estado enquistados toda la vida y donde el fracaso del enfoque de drogas los ha mantenido en la burocracia y les va a pagar la pensión, porque ellos saben que nada de lo que hagan desde ese enfoque dará resultado».
También hace referencia al ‘fracaso de la guerra contra las drogas’ para proponer un nuevo encuadre y destruir totalmente el modelo anterior al cuestionar los valores que tenemos como sociedad. Compara la adicción a las drogas con la adicción al consumo, al poder y al dinero que prevalece en el sistema económico, el mensaje es claro: ¿por qué prohibir algo que por sí solo es tan nocivo como tantas otras sustancias que están reguladas? ¿Es la prohibición la que aumenta el riesgo en el consumo? ¿Qué pasaría si tuviéramos más información sobre cómo consumir seguramente la cocaína, programas de salud pública para prevenir y atender las adicciones, control de calidad en las sustancias que circulan?
Según las investigaciones del Área de Consumo de Drogas, Salud Pública y Educación, del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED), de la Universidad de los Andes, una política de atención al consumo reduciría el consumo problemático. «El Gobierno debe avanzar en la implementación de la política de atención al consumo, que permita visibilizar el cambio en el paradigma de las adicciones con base en la regulación de daños, que lleve a entender el valor de la descriminalización del consumo en el impacto positivo en la aparición del consumo problemático, así como en la resolución del mismo», explica Pablo Zuleta, director del Área.
Corresponsabilidad internacional
«Mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas,
llevarse a sus hombres a la cárcel y arrojar a sus mujeres a la exclusión».
Gustavo Petro
Discurso para la ONU 21/09/22
Para los expertos consultados, el cambio de paradigma a nivel global ya es una realidad, las palabras de Petro indican que su postura es integrarse a las dinámicas internacionales, exigir un diálogo entre países como pares soberanos y no desde una lógica neocolonial. Es por eso que el presidente cuestiona «la sociedad de la soledad y las adicciones» del Norte global que lleva a un consumo desmedido no sólo de sustancias que distorsionan la realidad, sino también el exceso en todos los ámbitos de la vida, la avaricia y las ansias de poder.
Este eje del discurso resuena con otro de los conceptos popularizados en la campaña de la vicepresidenta Francia Márquez: la política del amor y el vivir sabroso. El buen vivir es una filosofía de comunidades del Pacífico que desafía precisamente la narrativa del éxito y la felicidad ligada a la acumulación de capital. «Para ocultar sus propias culpas sociales le han echado la culpa a la selva y sus plantas», con declaraciones como esta,el presidente Petro invita a la humanidad a mirar hacia adentro, a cuestionar sus prácticas de consumo e incluso los valores sobre los que tejen sus leyes; el giro afectivo que propuso junto a su fórmula vicepresidencial en campaña es ahora el fundamento de sus discursos, una apuesta gubernamental que entiende que lo político pasa por el corazón, que el cuidado de la vida debe priorizarse por encima de las ganancias.
El presidente recibió críticas parecidas por las declaraciones de la Ministra de Minas Irene Vélez, cuando recalcó la corresponsabilidad de las naciones en la lucha por el cambio climático y expuso la teoría del decrecimiento. Para algunos sectores de la política nacional, Colombia no está en la capacidad de exigir acuerdos justos con su población en el escenario internacional. Pero en este caso, el llamado de Petro a trabajar en conjunto con la comunidad internacional para acabar la guerra contra las drogas representa una transformación en el tono con el que Colombia se dirige a sus aliados, en especial frente a Estados Unidos.
Descriminalizar la naturaleza
«“Destruir la planta que mata”, gritan desde el Norte.
¿Destruirla? Pero la planta no es sino una planta».
Gustavo Petro
Discurso para la ONU 21/09/22.
Coherente con su plan de gobierno, Petro le dio un papel protagónico a la naturaleza y el cuidado de la vida en general en su discurso. Habló de la naturaleza como un sujeto de derechos, que siente y vive más allá de la intervención humana. Llamó constantemente a frenar el cambio climático y advirtió de las nefastas consecuencias si no se toman acciones inmediatas. Señaló la hipocresía de quienes dicen estar haciendo esfuerzos para preservar la selva y el medio ambiente mientras “envenenan con glifosato” los ecosistemas. En su campaña fue reiterativo con que no permitiría la aspersión de glifosato bajo ninguna circunstancia.
Se refirió también a la criminalización de los campesinos cultivadores de coca, a su persecución y la ‘demonización’ de sus espacios de trabajo. Con esto concuerdan los expertos, un cambio de paradigma necesita una reconfiguración de los imaginarios colectivos sobre los actores sociales involucrados en la cadena de producción de las sustancias psicoactivas. Hasta ahora la falta de información clara y verídica ha llevado a la estigmatización de los cultivadores, otro efecto más del enfoque prohibicionista que opta por el silencio en lugar de una educación que permita tomar decisiones conscientes e informadas sobre el consumo. Al consultarlos, los investigadores Quintero Zuleta fueron enfáticos con Pacifista en la necesidad de incluir a estos actores en una reforma a la política de drogas para que esta sea realmente justa, paralelo a campañas de prevención y difusión oportuna sobre riesgos.
El eje ambiental del discurso de Petro también dialoga con las dinámicas políticas que se están gestando en el sur global con el nombre de “nuevos progresismos”en cuyo centro está la defensa de la naturaleza, bandera en común con otros presidentes recien electos en la región, es el caso de Manuel López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina, Luis Arce en Bolivia y Gabriel Boric en Chile. En su discurso de posesión, la vicepresidenta Francia Márquez dijo: «Vamos por los derechos de la Madre Tierra. A cuidar nuestra casa grande y cuidar la biodiversidad», una postura que se sostiene en un legado ancestral de cuidado del territorio propio de las comunidades indígenas de Latinoamérica.
Muchas son las apuestas del gobierno del presidente Gustavo Petro, el tiempo mostrará su avance, o dejará ver si no fueron más que discurso.