La defensa de la tierra en Colombia y en América Latina es una de las labores más peligrosas que pueden ejercer los líderes sociales.
Mientras que el presidente Iván Duque dice que durante su primer año de gobierno se presentó una reducción en los asesinatos a líderes sociales, los informes de las organizaciones internacionales están demostrando que no es así. Este 30 de julio la organización Global Witness publicó su informe anual sobre líderes ambientales asesinados en el mundo. Después de Filipinas, con 30 asesinatos, aparece Colombia, con 24. En 2017, Colombia ocupó el tercer lugar de esta lamentable lista, con el mismo número de asesinatos: 24.
De los 164 asesinatos que se registraron en el mundo durante 2018, en Colombia se reportó el 15% de los mismos. En América Latina, Colombia es el país con más asesinatos a líderes ambientales, seguido por Brasil (20), México (14), Honduras (4) y Venezuela (3). Los defensores ambientales contra la minería fueron los principales afectados en el mundo, con 43 líderes asesinados.
El informe recopila casos de los países más afectados. En Colombia, los investigadores hicieron énfasis en las amenazas que recibió el líder Enrique Fernández, en Cauca. “En febrero de 2018, desconocidos instalaron una bomba en frente de la casa del líder indígena Enrique Fernández, en Cauca, Colombia. Esta fue tan solo una de las amenazas que sufrió Fernández – un líder indígena que trabajaba en los derechos de acceso a la tierra – durante ese año. Estas amenazas lo obligaron a salir de su departamento del Cauca, un territorio rico en oro y tierra. Grupos paramilitares y otros grupos armados se han enfrentado para ocupar los territorios de las Farc”.
Por tercer año consecutivo, Colombia está en la lista de los países más peligrosos para los líderes ambientales. En 2016, de hecho, también ocupó el segundo lugar, con 37 asesinatos. El informe de este año, titulado “¿Enemigos del estado? : Así es como los gobiernos y las empresas silencian a los defensores del medio ambiente y la tierra“, hace énfasis en la responsabilidad estatal que ronda los asesinatos de líderes y defensores de derechos humanos. Del total de casos, en 40 tuvieron responsabilidad los agentes estatales.
Otro dato importante que revela el informe es que la lucha por las fuentes de agua ahora es más peligrosa. En 2017 fueron asesinados cuatro líderes que defendían las fuentes de agua y en 2018, dice el informe, 17. La investigación también va más allá de los asesinatos. La persecución judicial es también una constante. En Nicaragua, por ejemplo, el activista Medardo Mairena Sequeira fue declarado culpable de terrorismo y condenado a 200 años de prisión por protestar contra el proyecto del canal interoceánico.
Según la organización Somos Defensores – encargada de recopilar información sobre violencia contra los líderes sociales en Colombia – en 2018 fueron asesinados 82 líderes, de los cuales 12 defendían causas ambientales. Y aunque no existe una cifra concreta sobre amenazas a líderes ambientales, las intimidaciones contra Francia Márquez que se conocieron este año demostraron que existe una persecución latente contra los defensores del medio ambiente.
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