La decisión fue tomada por la Presidencia, que también designó para esa función al exguerrillero "Antonio Galán".
- Carlos Velandia fue capturado el pasado 20 de julio cuando regresaba al país procedente de España. Foto: Migración Colombia
Por medio de una resolución del 25 de julio, la Presidencia de la República designó como gestores de paz para el proceso de diálogo con el ELN a los exguerrilleros de esa organización Carlos Arturo Velandia y Gerardo Bermúdez Sánchez.
Ambos exmilitantes de esa guerrilla, conocidos respectivamente como “Felipe Torres” y “Antonio Galán” fueron nombrados en esa tarea para que, de acuerdo con la resolución, contribuyan “con su conocimiento y experiencia a la estructuración de procesos de paz o de estrategias para acercamientos con grupos armados organizados al margen de la ley”.
El documento agrega que para cumplir con esa función “se les otorgarán las medidas y condiciones necesarias para facilitar su tarea y el Gobierno Nacional solicitará a las autoridades judiciales competentes la suspensión de las medidas penales judiciales correspondientes”.
Esto último implicaría el regreso a la libertad de Velandia, luego de que el pasado 20 de junio fuera capturado cuando ingresaba al país procedente de España.
El exguerrillero abandonó la lucha armada en 1994 y pagó casi 10 años de cárcel, periodo durante el cual fue determinante, también junto a “Antonio Galán”, en los acercamientos de paz con el ELN que intentaron los gobiernos de Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.
Luego de pagar su condena se radicó en España y posteriormente volvió a Colombia, donde se dedicó al activismo a favor de la salida negociada al conflicto armado.
Hace ya más de un mes, cuando ingresaba al país luego de dictar una conferencia en España, fue requerido por personal de Migración Colombia que le notificó de una orden de captura en su contra por su presunta responsabilidad en el secuestro masivo de 70 personas del kilómetro 18 en las afueras de Cali.
Esa captura fue considerada por varios sectores como un escollo en el objetivo de destrabar la negociación con el ELN. Sin embargo, con la designación por parte de la Presidencia parece inminente su regreso a la libertad y la formalización de su tarea en función del diálogo con esa guerrilla.
