Para Gustavo Petro, el presidente Iván Duque no está teniendo en cuenta las razones por las que votaron ocho millones de personas por lo que hoy es la oposición.
“En política no siempre gana el que gana”. Que esta frase – que circula frecuentemente entre politólogos – se haga realidad en Colombia, está por verse. Gustavo Petro, el líder de la oposición del gobierno de Iván Duque, le ha sacado todo el provecho político a los ocho millones de votos que obtuvo en la contienda presidencial. En la posesión de Duque, Petro se la jugó por una movilización social nacional que tuvo como epicentro la Plaza de la Hoja, en Bogotá, un lugar ubicado unos 10 minutos de la Plaza de Bolívar, donde el congreso y varios presidentes asistieron a la toma de juramento de Duque.
Mientras todos los reflectores apuntaban a la posesión de Duque, el movimiento de la Colombia Humana sacó adelante una movilización nacional en los 32 departamentos. Aunque hubo algunos plantones más exitosos que otros – en Medellín, Cali y Barranquilla se notó la presencia organizada de varios colectivos –, Petro logró concentrar a miles de personas. A la Plaza de la Hoja asistieron líderes de otros partidos políticos, como Claudia López, del Partido Verde, Aída Avella, de la Unión Patriótica, y los dirigentes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc).
Desde el Congreso, Petro buscará abanderarse de los temas que se podrán ver afectados bajo el gobierno de Iván Duque: la implementación del Acuerdo de Paz, las garantías para las minorías, la defensa del medio ambiente, el cambio del modelo de salud, la educación gratuita, los asesinatos de líderes sociales, la sustitución de cultivos de uso ilícito, los derechos sexuales y reproductivos, los derechos de los trabajadores, entre otros temas que igualmente abordó en su campaña presidencial.
En su discurso desde la Plaza de la Hoja, frente un público escaso – la mayoría de personas comenzaron a irse cuando arreció la lluvia – Petro se “posesionó” como el líder de la oposición. Lo hizo basándose en los discursos de Ernesto Macías, presidente del Congreso, e Iván Duque. Petro se mostró como la antítesis de estos dos políticos y dijo que no existió una “contradicción entre el discurso bravo de Macías y el discurso decente de Duque. No se puede caer en la trampa: ambos coindicen en lo mismo”, comenzó a decir Petro pasadas las seis de la tarde. Estos son cinco puntos en los que Petro se desmarcó para consolidarse como líder opositor.
- La paz
“¿Cuántas veces mencionó la palabra paz el presidente de la república? Una sola vez”, dijo Petro. Y cuando lo hizo, habló sobre cumplir la Ley. En este punto, Petro dijo lo siguiente: “Resulta que ahí hay una enorme equivocación. ¿Quiénes han hecho las leyes en Colombia? Los corruptos, los que buscan beneficio para unos pocos. Duque no entiende qué es la paz porque simplemente no entiende la raíz de la violencia en Colombia. Macías dijo que ese conflicto armado no existe, cuando el Centro de Memoria dijo que la violencia causó 262 mil muertes”. Que Macías desconociera el conflicto armado, dijo Petro, significaba que también desconocía que del total de víctimas, 94.754 son responsabilidad de grupos paramilitares, 35.683 de la guerrilla y 9.804 de agentes del Estado.
Después hizo alusión a la necesidad de reconocerlo antes de hablar de construcción de paz estable y duradera. Pidió un “acuerdo de las etnias, de los afros, de las mujeres y de la diversidad de la sociedad colombiana, cuya mayoría ha sido excluida durante dos siglos”. En mismo sentido, Petro hizo énfasis en que Duque hablara sobre una reforma a la justicia. “Habría que preguntarse si esa reforma a la justicia tendrá un sentido para la construcción de la paz o se hará para aniquilar la Justicia Especial para la Paz (JEP)”.
- La desigualdad social
Duque mencionó las palabras justicia social en su discurso, pero en ningún momento habló sobre desigualdad social, un punto que Petro criticó: “La desigualdad social es la fuente de la violencia en Colombia. No sé si Duque ha leído los reportes del DANE o de la prensa internacional donde aparece Colombia como el país más desigual de América Latina. Si no se acepta la existencia de la desigualdad no se pueden comprender las causas de la violencia, del narcotráfico. Cuando habló de un pacto nacional, no es para pactar con la ciudadanía sino para aceptar lo que él dijo en su discurso”.
Para discutir libremente, agregó Petro, el presidente Iván Duque debería tener en cuenta el programa por el que votaron ocho millones de electores: “Ellos pedían un acuerdo sobre lo fundamental sobre cómo se disminuye la desigualdad social en Colombia, sobre cómo se construye una gran paz, con las reformas que habría que proponer en el congreso y que versan sobre diversas materias, como la educación, la salud y la reforma agraria”.
- Educación y salud
De acuerdo con Petro, las propuestas de Duque sobre estos asuntos distan mucho de lo que quieren sus electores. “Duque anunció en su discurso que la universidad gratuita es a través de tecnología, léase a distancia y virtual, cuando la educación superior que necesita la juventud colombiana tiene que ser gratuita y presencial, lo demás es demagogia”. En relación a la salud, el congresista señaló que Duque no hará ninguna reforma de fondo: “Duque ha dicho que no se le pagará a las EPS si no cumplen con un indicador de calidad, pero justamente las EPS fueron las que se quedaron con el dinero de la salud en Colombia, millones y millones de pesos se quedaron en los propietarios de las EPS y hundieron a los hospitales. ¿Cómo se puede hablar de un pacto nacional si no se puede hablar de un pacto por la salud e Colombia?”.
En su discurso de posesión, el presidente dijo que buscará cerrar la brecha entre ricos y pobres, un punto que Petro también cuestionó: “¿Cómo puede crecer una clase media rural si no se le quita la tierra a los mafiosos, si no se hace una reforma agraria, si no se cambia la tenencia de la tierra en el país y si no se siembran las tierras fértiles? Hay 15 millones de hectáreas fértiles y los campesinos tienen que ir a la selva, donde solo pueden cultivar coca, pero sobre ellos se aplicará la fumigación, la cárcel, la extinción exprés de dominio. No se puede disminuir la brecha entre ricos y pobres si no se cambia la tenencia de la tierra en Colombia. Duque está proponiendo reducirles los impuestos a los ricos supuestamente para generar más empleo. Sin embargo, cuando esto ha sucedido, los ricos se han echado la plata al bolsillo y han parado en paraísos fiscales”.
- Defensa del medio ambiente
Uno de las promesas de Iván Duque es preservar los recursos naturales, incluyendo todas las áreas protegidas. No obstante, Petro dice que esta apuesta no es suficiente: “Ahora que él (Duque) descubrió la palabra cambio climático dice que quiere más especies animales y vegetales y rescatar la naturaleza en Colombia. Pero si su camino es sacrificar el agua, que es la fuente de vida para la biodiversidad, para el carbón, ¿cómo se lucha contra el cambio climático? En Colombia tenemos que dejar paulatinamente de extraer el carbón del subsuelo y pasar a una economía productiva de la agricultura”.
- Amenazas y panfletos
Pese a que Duque señaló en su discurso que trabajará con la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría para proteger la vida de los líderes sociales, Petro señaló que desde el mismo Estado están amenazando a los líderes: “Solo en una reunión en el Cesar se reportaron 72 líderes amenazados de muerte por parte de las Águilas Negras, y resulta que las Águilas Negras no existen como organización guerrillera ni paramilitar. No existe una sola organización diferente al Estado que pueda cubrir todo el territorio nacional como parecen estar haciéndolo las Águilas Negras. Nos quieren convencer de que es una organización guerrillera o paramilitar pero el único que tiene el control en el territorio nacional es el Estado”.
