Presentamos un informe del Observatorio de Inversión Privada que revela en cifras el panorama desde la firma del Acuerdo con las FARC hasta el año de la pandemia, 2020, con relación a la creación de nuevas empresas en los municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Pinta muy mal.
El informe Inversión en la nueva frontera del Observatorio de Inversión Privada es una plataforma que analiza y les hace seguimiento a las regiones del país con mayores afectaciones por violencia y pobreza, detalla la dinámica de inversión privada en los 170 municipios que cuentan con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), un instrumento especial de planificación y gestión a 15 años que llegó con el Acuerdo de paz. El más reciente análisis del observatorio alerta, pues la pandemia no solo se ha llevado vidas humanas, sino que ha arrasado con un gran porcentaje de las nuevas empresas creadas, hasta tal punto que sus cifras son perfectamente comparables con las existentes antes de la firma del Acuerdo de la Habana, un retroceso que aplaza todas las expectativas de paz.
Para entrar en materia, tenemos que la creación de nuevas empresas en esos municipios PDET se desaceleró en un 52% desde el 2018, con 18.054 empresas –año con el pico más alto desde 2016– hasta 8.680 nuevas empresas creadas durante el primer semestre de 2020, y una desaceleración del 50% respecto al 2019.
Los meses en los que se presentaron las mayores reducciones en la velocidad de creación de empresas, durante el primer semestre del año pasado, coinciden con los meses en los que tuvimos aislamiento obligatorio a nivel nacional, es decir, marzo, abril, mayo y junio de 2020. Un primer semestre lento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Entre las subregiones PDET que destacaron en el primer semestre de 2020, el Observatorio resalta que Sierra Nevada – Perijá – Zona Bananera, Cuenca del Caguán, Piedemonte Antioqueño y Chocó sorprendieron con 6.879 nuevas empresas creadas, pero el Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, Pacífico y Frontera Nariñense, y sur del Tolima se quedaron rezagados apenas 157 empresas entre las tres.
Según el Observatorio, la paz con progreso sí estaba en marcha en la mayoría de territorios, al menos desde sus números. “Desde el Acuerdo de Paz, en septiembre de 2016, se han impulsado acciones que han beneficiado a las regiones más afectadas por la violencia y la pobreza, y se puede observar que en la variación en la creación de empresas antes y después de la firma el balance es positivo para 10 de las 16 regiones”.
En el informe también presentan los sectores económicos en los que se está “gestando el tejido empresarial” en los municipios PDET. En este punto también hay sorpresa, pues el 62% de las empresas creadas, entre enero y junio del año pasado, hace parte del sector de comercio y turismo con 5.378. Luego están las de servicios financieros y empresariales (1.002), otros servicios (749), industrias manufactureras (600), construcción (451), servicios sociales (273), agropecuario (200) y por último explotación de minas y canteras (21).
En cuanto a las inversiones de estas empresas, igual que como ocurrió con la creación de las mismas, se registró un deterioro de $207.359 millones de pesos colombianos en el primer semestre de 2020 respecto al mismo periodo del 2019. De nuevo encabeza la lista Sierra Nevada – Perijá – Zona Bananera con Putumayo y Urabá Antioqueño con $79.096.031 en participación, y quedan en la cola el sur de Córdoba, Pacífico y Frontera Nariñense, y Chocó –esta última por posible subregistro– con $2.448.813. Sin embargo, llama la atención que el Observatorio resalta que, aunque estas regiones están apartadas del movimiento económico del país, “todas con excepción del Sur del Tolima, han salido beneficiadas de la ola de confianza inversionista que trajo consigo todo el proceso y firma de la Paz”.
Un dato valioso del informe tiene que ver con lo que pasa después de que se crean las empresas. Explica la tasa de supervivencia de las empresas en los municipios PDET –de las 80.821 empresas que existían en 2019, para el 2020 solo sobrevivieron el 55% de ellas–, el recaudo por impuesto de industria y comercio (ICA), el capital suscrito como porcentaje del ICA, el recaudo por impuesto predial, el porcentaje de afiliados al sistema de Seguridad Social, el acceso al crédito, entre otros.
Además de las grandes conclusiones del Observatorio, sobre el “importante repunte” que tuvieron las nuevas empresas en los PDET desde la firma del Acuerdo de Paz, y la tremenda desaceleración por cuenta del covid-19, uno de los precedentes es que debido a que los beneficios llegan de forma desigual a los PDET, es vital enfocarse en las brechas identificadas como la informalidad laboral, la conectividad y el acceso a los créditos, para que así puedan lograr que el sector privado se interese en hacer “inversiones responsables y sostenibles en el tiempo (…) de la mano con un desarrollo social de la región”. La crisis del covid golpeó las victorias del Acuerdo en estos territorios y borró buena parte del trabajo que se conquistó en cuatro años.
Si quieren ver en detalle las cifras, pueden leer el informe y conocer la plataforma del Observatorio de Inversión Privada acá.
A María Camila la pueden leer acá.
