Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en 2015 se incrementaron los sembradíos de coca y aparecieron nuevas zonas cultivadas en cuatro departamentos.
- En Colombia, miles de familias campesinas viven del cultivo de hoja de coca. Foto: Felipe Chica Jiménez
En 2015, y por segundo año consecutivo, los cultivos de hoja de coca aumentaron significativamente en Colombia. Las cifras están plasmadas en el último Informe de Monitoreo de Territorios Afectados por Cultivos Ilícitos, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) en asocio con el Gobierno.
Según el informe, el país tiene hoy 30 mil hectáreas de coca más que en 2014 por razones tan variadas como la suspensión de la fumigación aérea con glifosato; las crisis de diversos sectores económicos en algunas regiones; los cambios en las relaciones de los grupos armados ilegales por cuenta de la negociación entre el Gobierno y las Farc; y un posible crecimiento de las expectativas de los pobladores de las zonas productoras frente a los beneficios que traerá el ‘posconflicto’ para los cultivadores.
Unodc señala, por ejemplo, que la crisis de la industria del petróleo desencadenó cierre de proyectos, desaceleración de la inversión y despido masivo de trabajadores en el Catatumbo, el Pacífico, Meta, Guaviare, Putumayo y Caquetá, lo que empujó a nuevos desempleados a sembrar coca.
Igualmente, asegura que “el aumento en las hectáreas podría ser la respuesta de una decisión por parte del cultivador de anticipar su inclusión en futuros programas, en el marco del acuerdo de sustitución de cultivos ilícitos como resultado del posconflicto con las Farc”, tal como había advertido recientemente el Ministerio de Defensa.
Otro factor que explicaría el aumento de los sembrados es el dinamismo que ha generado en los mercados locales de la coca el reacomodo o la aparición de nuevas organizaciones armadas ilegales vinculadas al narcotráfico. En Putumayo, Caquetá y Catatumbo se habría dado libertad a los campesinos para vender la producción al mejor postor, por lo que los precios fluctuaron al alza y generaron incentivos para incrementar los cultivos.
Unodc también reportó que, pese a los esfuerzos por desarrollar programas de desarrollo alternativo para los productores, el Gobierno se ha quedado corto en cobertura, inversión, enfoque y seguimiento de los proyectos, por lo que la intervención no siempre ha sido efectiva.
Estas son las cifras que deja el informe de Naciones Unidas sobre el cultivo y la comercialización de la coca y la cocaína en Colombia:
39%
incrementaron los cultivos de hoja de coca durante 2015. El país pasó de 69.000 hectáreas a 96.000.
1%
aumentó el área afectada por estos cultivos, pasando de 242.725 kilómetros cuadrados a 246.125, lo cual significa que hay una tendencia a concentrar los sembradíos.
0,1%
de la tierra cultivable en Colombia es el área ocupada por hoja de coca.
5
departamentos concentran el 81% de los cultivos: Nariño, Cauca, Putumayo, Caquetá y Norte de Santander.
4
departamentos presentaron nuevas áreas sembradas, en las que previamente no se había detectado hoja de coca o que se habían declarado libres de esos cultivos por abandono.
La expansión se presentó en las Sabanas del Yarí, una zona ubicada entre Meta y Caquetá considerada territorio histórico de las Farc y despejada por el Ejército durante las conversaciones entre esa guerrilla y el presidente Andrés Pastrana.
La otra zona de expansión se identificó en terrenos de Corinto, Caloto y Toribío (Cauca) donde antes se sembraba marihuana.
También surgieron nuevas plantaciones de coca en zona fronteriza con Panamá, en los municipios chocoanos de Ungía, Riosucio y Carmen del Darién, donde también se trafica con armas, cocaína y personas.
Y, finalmente, aparecieron dos nuevos focos de cultivos en el Cesar, en límites con el Catatumbo y en el Parque Nacional Natural El Tuparro.
7
departamentos tienen menos de 100 hectáreas sembradas y podrían consolidarse como zonas libres de coca: Guainía, Vaupés, Arauca, Boyacá, Magdalena, Cesar y Santander.
3
departamentos están libres de hoja de coca: Caldas, La Guajira y Cundinamarca.
47%
de los cultivos se concentra en 10 municipios, así:
- Tabla: Unodc
En 2015, Puerto Rico (Meta) y Miraflores, San José del Guaviare y El Retorno (Guaviare) salieron de la lista de los 10 municipios más afectados por la coca. Fueron reemplazados por San Miguel (Putumayo), El Tarra (Norte de Santander) y Barbacoas y Olaya Herrera (Nariño).
52%
incrementaron los cultivos en resguardos indígenas. Los resguardos Inda Zabaleta, Gran Rosario y La Turbia (Nariño) concentraron el 34% de los sembradíos. La coca cultivada en territorios indígenas representa el 12% del total nacional.
51%
aumentó el área sembrada con coca en territorios de las comunidades negras. Los consejos comunitarios Alto Mira y Frontera, Pro–Defensa del río Tapaje y Río Satinga (Nariño) albergaron el 48% del total de coca en esas entidades territoriales. La hoja cultivada en estas zonas representa el 17% del total del país.
13%
crecieron los cultivos en Parques Nacionales Naturales. Los mayores incrementos se presentaron en los parques Catatumbo Barí (Norte de Santander) y Paramillo (Córdoba y Antioquia).
El 58% del área sembrada en estos territorios está en la Reserva Nacional Natural Nukak (Guaviare y Vaupés) y en el parque Sierra de la Macarena (Meta).
El territorio sembrado con coca en parques naturales representa un 0,04% del total del suelo protegido del país y el 6,5% del total sembrado con esa planta declarada ilícita.
646
toneladas métricas de clorhidrato de cocaína pura se produjeron en Colombia durante 2015.
850
pesos aumentó el precio del kilo de hoja de coca fresca, que pasó de $2.150 a $3.000, para un incremento del 39,5%. La cifra es la más alta de la última década.
38.500
pesos aumentó el precio del kilo de pasta básica de cocaína, pasando de $1.967.200 a $2.005.700.
En Meta y Guaviare, el 86% de los cultivadores producen su propia pasta; en Catatumbo, el 73%; en la región Central, el 76%, y en Putumayo y Caquetá, el 36%.
205.000
pesos aumentó el precio del kilo de base de cocaína, pasando de $2.476.700 a $2.681.700. Sólo el 1% de los cultivadores del país producen base.
209.100
pesos aumentó el precio del kilo de clorhidrato de cocaína, pasando de $4.538.200 a $4.747.300.
13
millones de pesos anuales podría obtener un productor de hoja de coca por cada hectárea sembrada.