Alumnos de Ciencia Política cambiaron los salones de clase por los populosos cerros de Altos de La Florida.
- Arriba, de izquierda a derecha: Nicolás Herrera, Laura Ramírez y Andrés Gómez. Abajo, de izquierda a derecha: Kiara Agudelo, David León y Fernanda Sandoval. Foto: Santiago Mesa.
Laura Ramírez, Fernanda Sandoval, Andrés Gómez, Nicolás Herrera, Kiara Agudelo y David León estudian Ciencia Política en la Universidad Javeriana (PUJ) de Bogotá. Todos están en sexto semestre, bordean los 20 años de edad y hacen parte de ‘En lo Alto por la Paz’, un proyecto estudiantil que pretende fundar una escuela de paz en Altos de la Florida, uno de los barrios periféricos más populosos de Soacha y, junto a Altos de Cazucá, el mayor receptor de desplazados de ese municipio.
El objetivo de la escuela de paz es difundir y hacer pedagogía de los acuerdos de paz de La Habana. “Nos reunimos a pensar en cómo podríamos contribuir a la construcción de paz y decidimos empezar a trabajar en un proyecto de carácter local”, explica Nicolás.
Altos de la Florida está ubicado en el sur occidente del municipio de Soacha y hace parte de la comuna seis del pueblo. Según la agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Altos de la Florida tiene una población aproximada de 6.000 personas, organizadas en 1.800 familias, en donde el 40% (o más) de la comunidad está en situación de desplazamiento. “Altos de la Florida es una Colombia pequeña”, sostienen los estudiantes.
Hace unos meses, cuando el grupo llegó al barrio y expuso su iniciativa, le preguntó a los habitantes qué les gustaría que tuviera la escuela de paz. Ahí, hubo un diálogo. “Nosotros no llegamos con la idea de imponer algo, sino con el propósito de iniciar una construcción”, afirma Laura. “De hecho, la gente nos dio muchas ideas para orientar el proyecto. Ellos nos dieron los insumos”, recuerda Andrés.
Estos seis estudiantes dicen creer en la importancia de que todas las personas sepan de qué se tratan los acuerdos de La Habana, sobre todo en los lugares más afectados por el conflicto armado. “Es importante hacer pedagogía en lugares como Altos de la Florida por la posición y la participación que tendrán en el posconflicto las víctimas de la guerra que hoy viven allí”, comenta Laura.
Vivir con la comunidad, conocer lo que hace, sus dinámicas, sus espacios y sus voces, han sido los pilares del trabajo desarrollado en el proyecto. Con los jóvenes del barrio, los estudiantes aspiran a crear un concepto de paz propio del sector.
- Los estudiantes de ‘En lo alto por la Paz” conversan con Silvia Chaparro, profesional de proyección social de la PUJ. Foto: Santiago Mesa.
La gente de Altos, recuerdan los estudiantes, se sorprendió mucho cuando llegó el proyecto. Las personas no creían haber sido escogidas por estos jóvenes para entablar un diálogo. “Ellos están dispuestos a hablar, a escuchar y a que uno los escuche, pero nunca nadie había querido oírlos. Es gente buena y con un corazón maravilloso”, dice Laura.
“Es importante que nos escuchen porque en todos los demás proyectos que han llegado a acá no nos han escuchado, por eso desconocen las problemáticas del sector”, reclaman los habitantes de Altos de la Florida.
La meta de ‘En lo Alto por la Paz’ es conformar la escuela de paz en dos meses y, en esas ocho semanas, llevar a cabo sesiones semanales en las que se discuta, con expertos y a través de actividades didácticas, los puntos de la agenda de negociaciones de La Habana. Cada temática que se trate, esperan, se hará por medio de un diálogo de saberes y una discusión reflexiva.
La cuota lúdica de las cátedras de ‘En lo Alto por la Paz’ será ‘una fiesta de la paz’ para integrar a la comunidad, juegos de roles como mecanismo de resolución de conflictos, conversatorios sobre los acuerdos de La Habana y actividades culturales como un teatro – foro, Hip hop y breakdance como formas de expresión juvenil.
“Algo tan abstracto como son los acuerdos, tan lejano, queremos llevarlo a lo común para la gente de Altos. Queremos hacer ver que los acuerdos no son solo entre el Gobierno y las Farc, sino que nos afectan a todos”, explica David. “Los acuerdos de La Habana son un pacto de élites, pero nosotros, desde una acción local, podemos aterrizar el proceso”, interpreta Nicolás.
La escuela de paz participa del concurso ‘Este es tu reto’ de la Red de Territorios por la Paz y cuenta con el apoyo del Centro Pastoral San Francisco Javier de la Javeriana; y con la asesoría de Silvia Chaparro, profesional en el área de proyección social de la misma universidad.
Los estudiantes quieren trascender los acuerdos, educando a la comunidad sobre cultura de paz, memoria histórica y resolución de conflictos. Sin embargo, el contacto con Altos de la Florida, por escasez de recursos, no ha sido el que ellos quisieran. Hoy, aspiran a que, consiguiendo una buena cantidad de likes en Facebook, la Red de Territorios por la Paz los seleccione entre las 16 iniciativas de paz que serán patrocinadas con un monto máximo de 5,6 millones de pesos en especie.
El dinero que la Red concede es para implementar los proyectos. “Con los recursos que da el premio queremos es dejarle algo a la comunidad y contribuir de manera directa en el cambio”, manifiesta Andrés. “Independientemente de que ganemos o no la convocatoria, nosotros vamos a seguir con el proyecto, ya sea apoyados por la universidad o por otros medios”, concluye Kiara.