La ruta de las balas: Un coronel del Ejército nos habla de las armas ilegales en Colombia | ¡PACIFISTA!
La ruta de las balas: Un coronel del Ejército nos habla de las armas ilegales en Colombia
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La ruta de las balas: Un coronel del Ejército nos habla de las armas ilegales en Colombia

Colaborador ¡Pacifista! - diciembre 24, 2017

PROYECTO HOMICIDIOS | Todo lo que necesita saber sobre fabricación, venta e incluso alquiler ilegal de armas en Colombia.

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Este artículo forma parte de nuestro proyecto #NiUnMuertoMas, de la estrategia latinoamericana de reducción de homicidios Instinto de Vida de Open Society Foundations e Igarapé. Para ver todos los contenidos haga clic aquí.

Lea la primerasegunda y tercera entrega de nuestro especial sobre armas en Colombia. 

Por Eduardo Carrillo Galvis*

América Latina está plagada de balas y cartuchos. Según el Ejército Nacional, en esta parte del mundo circulan ilegalmente alrededor de 40 millones de armas. Colombia es uno de los países más afectados: grupos armados ilegales, narcotraficantes y delincuentes comunes se han encargado de mantener armado al territorio nacional durante décadas.

Pese a la desmovilización de las Farc, la problemática parece no cesar. Las armas siguen circulando. ¡Pacifista! exploró las rutas del tráfico ilegal de armamento en Colombia.

1. ¿De dónde vienen las armas?

“Las armas ilegales ingresan (principalmente) de regiones del Urabá, El Darién, por vías terrestres y marítimas”, explica John Marulanda, coronel del Ejército Nacional de la Reserva Activa y asesor en Seguridad y Defensa. En segundo lugar estarían las regiones del Pacífico: Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.

Según Marulanda, las armas que entran a Colombia por esas zonas vienen del Ecuador. Y no solo armas de fuego, también explosivos.

Marulanda insiste en que desde países como Venezuela y Brasil también se trae armamento a Colombia a través de vías terrestres, marítimas y aéreas.

Solo quince por ciento del armamento ilegal viene de Estados Unidos:

Según Marulanda, la mitad de las armas  ilegales decomisadas en el territorio nacional proviene de Bélgica, Francia, España, Bulgaria, Alemania, Hungría, Rusia, China y Corea del Norte. Quince por ciento proviene de Estados Unidos. Añade que “muchas de las armas ilegales que ingresan provienen de Panamá”. De acuerdo a información de la que dispone, 25 por ciento de armas ilegales o de contrabando llegaron de países de Centro América”.

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2. ¿Quién las fabrica?

El coronel Marulanda afirma que las armas ilegales que llegan a Colombia son producidas en fábricas de países como Estados Unidos y Europa.

AR-15: el fusil más comprado

“El fusil  AR-15  es fabricado actualmente por la compañía Colt de Estados Unidos y es muy apetecido por los grupos armados ilegales, el narcotráfico y la delincuencia común”, dice Marulanda.

Estas organizaciones prefieren el AR-15, según él, “porque es un fusil altamente adaptable y configurable. Además, puede equiparse con una serie de accesorios tales como un bípode,  punteros laser y mira telescópica”.

Explica que “actualmente en Estados Unidos el AR-15  es el fusil semiautomático más comprado por civiles para su autodefensa”, y muchos terminan en manos de traficantes internacionales de armas, que los venden a los carteles del narcotráfico de México y de Colombia y otros grupos armados ilegales organizados”.

El contrabando: tan o más lucrativo que el narcotráfico

Muchas de las armas que fluyen por el mercado negro internacional son adquiridas legalmente por empresas certificadas, pero luego las pierden o son víctimas de hurto u otras actividades ilegales y terminan en manos de la delincuencia.

Marulanda señala que el contrabando de armas es una actividad tan o más lucrativa que el narcotráfico y el tráfico de órganos y de personas y que los principales clientes son los grupos armados ilegales organizados, las redes de tráfico de narcóticos y la misma delincuencia común.

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3. ¿Quién trae las armas a Colombia?

La mayor parte del material de guerra, dice Marulanda, llegó al país por los denominados grupos emergentes o herederos de las bandas de las autodefensas ilegales o paramilitares y organizaciones de narcotraficantes con contactos internacionales, además de las guerrillas.

El coronel recuerda que, en el pasado, tropas de la Tercera Brigada del Ejército Nacional decomisaron 607 fusiles de asalto AQM, réplica del AK-47 ruso y QC Norico, similar al M-16 americano, de fabricación china, en poder de Los Rastrojos en el Valle del Cauca.

Sin embargo, insiste Marulanda, China aseguró que ese material de guerra no fue confeccionado en ninguna de sus fábricas de productos bélicos.

Marulanda expresa que, de acuerdo con las agencias de seguridad del Estado, ese material de guerra ilegal proviene especialmente de países de Europa Oriental, los Balcanes y China y en su mayoría es negociado en Tailiandia, Bielorussia o Jordania. También de Estados unidos y de Portugal.

Las guerras en el mundo: una fuente de armamento para Colombia

El consultor en Seguridad y Defensa Nacional anota que “el material de guerra que ingresa a Colombia por el Urabá, el Darien y por el Océano Pacífico tiene su origen en los viejos conflictos de los Balcanes y en países de la antigua Unión Soviética”.

Esas armas ingresaron por vía marítima, terrestre y en, algunos casos, mediante aérea ocultas en mercancías  de importación o a través de rutas clandestinas por las zonas de frontera.

El ‘mano a mano’ de las armas por droga

“Los grupos armados ilegales organizados, las redes narcotraficantes y paramilitares adquieren las armas con dinero cantante y sonante producto de sus actividades criminales, pero también por el canje de cocaína y heroína. Claro, obviando la transacción financiera y evadiendo el sistema bancario… Es un proceso mano a mano de narcóticos por armas”, dice Marulanda.

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4. ¿Quiénes las comercian?

Algunos de los principales traficantes internacionales están relacionados con Colombia, en concreto a la extinta guerrilla de las Farc.

Tres casos que recuerda el coronel:

  • Víktor Bout, de cuarenta y un años, exoficial de la época soviética, se había convertido en una leyenda en el sector del tráfico de armas, donde se le conocía como El Mercader de la Muerte. En ese momento se dijo que las Farc pretendían comprarle 100 misiles tierra-aire en un esfuerzo para “equilibrar el conflicto con las Fuerzas Militares”. Los misiles de segunda generación soviético-ruso pueden derribar una aeronave que vuele a 6,5 kilómetros de altura.
  • Otro caso recordado es el de Monzerr al Kassar, un sirio que se dedicaba al tráfico internacional de armas y que fue capturado en España. De acuerdo a los servicios de seguridad de Estados Unidos, Kassar preparaba el envío de quince misiles SAM Strela II y  7.700 fusiles de asalto AK-47 desde Bulgaria para la las Farc.
  • En en 1999, las Farc, junto al exjefe de inteligencia de Perú Vladimiro Montesinos, lograron ingresar 10.000 mil fusiles AK- 47 al territorio nacional. Estas armas, compradas en Jordania, fueron lanzadas en paracaídas desde un avión ruso con tripulantes británicos.

“Centro América  ha sido una fuente permanente y rica en armamento para los grupos terroristas colombianos. Guatemala, Nicaragua, El Salvador  y algo de Costa Rica surten de armas ilegales a los grupos armados ilegales y delincuentes comunes”, dice Marulanda.

Reitera que normalmente todo este armamento pasa por Panamá. “Pero no olvidemos que China, Bulgaria y Rumania también están muy metidos en el mercado de armamento ilegal. A Colombia llega mucho del arsenal de esas naciones”, afirma.

De otro lado, el coronel Marulanda explicó que cualquier organización delictiva que cuente con el suficiente dinero, con cocaína o heroína, y que tenga acceso o conocimiento para llegar a los traficantes de armas internacionales, puede adquirir el material de guerra que desee.

“Todo se puede adquirir en el mercado negro internacional, pero siempre y cuando se cuente con el flujo de dinero o narcóticos y por supuesto los contactos”, dice.

El alquiler de armas: una modalidad frecuente

El coronel John Marulanda afirma que el material de guerra que ingresa clandestinamente al país se utiliza para actividades ilegales, en especial para la comisión de homicidios.

“Estas armas ilegales se consiguen fácilmente en el mercado negro, teniendo el flujo de dinero y los contactos adecuados. Es más, en algunos sectores del país, las alquilan”, dice.

“Un antisocial, un sicario o un delincuente común puede alquilar desde una subametralladora Mini Uzzi, hasta una pistola Colt calibre cuarenta y cinco o de nueve milímetros, un revólver calibre treinta y ocho largo e incluso una granada para ejecutar una actividad criminal o un asesinato. Una vez cometido el ilícito, devuelve el arma al proveedor para evitar complicaciones o que sea vinculado a esa acción al margen de la ley”, precisa.

De acuerdo con información del Ministerio de Defensa Nacional, en los últimos diecinueve meses han perdido la vida en Colombia 20.428 ciudadanos sin contar a miembros de las Fuerzas Militares o de la Policía en actos del servicio. “Puedo decir que muchos de ellos fueron víctimas de las armas ilegales que circulan en el país”, advierte.

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5. Las ‘armas hechizas’, otro mal que se suma al mercado negro

La fabricación de armas hechizas es otro problema que se suma al tráfico internacional de armas de fuego de corto y largo alcance, misiles y otros artefactos en Colombia, explica el coronel Marulanda.

El oficial expresa que guerrillas como las Farc recibieron instrucción para fabricar algunas armas.

“Con los tubos de Ecopetrol y otras empresas lograron construir morteros de sesenta milímetros y adquirieron la capacidad para fabricar granadas para esos morteros. En muy pocos casos fabricaron armas de fuego artesanales. Sin embargo, esas rústicas factorías quedaron en algunos perímetros urbanos de diferentes ciudades”, agrega.

Marulanda dice que la delincuencia común produce sus propios “changones”, pistolas y revólveres, muy rudimentarios, pero letales.

Las Farc, dice, se apartaron de esa producción porque sencillamente contaban con el flujo de dinero para adquirir armas de última tecnología y de alto impacto.

Sin embargo, insiste en que “es necesario reconocer que desarrollaron  la capacidad  para la producción de explosivos caseros, minas antipersonal, morteros y  granadas para los mortero. Además contaban con armerías para la reparación del armamento que habían comprado. Es decir, podían cambiar los cañones de los fusiles y ametralladoras que se habían dañado, los mecanismos de disparo, partes de estos fusiles y pistolas”.

* Eduardo Carrillo Galvis tiene más de treinta años de experiencia en el periodismo. Ha desarrollado actividades de comunicación en las Fuerzas Armadas de Colombia.